Luego Rebeca dijo a Isaac: —Estas mujeres hititas me tienen cansada. Me han quitado las ganas de vivir. Si Jacob se llega a casar con una de las hititas que viven en este país, ¡más me valdría morir!
Job 7:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Tengo en poco mi vida; no quiero vivir para siempre. ¡Déjame en paz, que mi vida no tiene sentido! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad. Biblia Nueva Traducción Viviente Odio mi vida y no quiero seguir viviendo. Oh, déjame en paz durante los pocos días que me quedan. Biblia Católica (Latinoamericana) Mira que desfallezco, no viviré para siempre.
¡Déjame! Ves que mis días son un soplo. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Abomino la vida! ¡No quiero vivir ya! ¡Déjame, mis días son vanidad!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me consumo; no viviré para siempre. Déjame; que mi vida es un soplo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Desvanezco; no he de vivir para siempre; déjame, pues mis días son vanidad. |
Luego Rebeca dijo a Isaac: —Estas mujeres hititas me tienen cansada. Me han quitado las ganas de vivir. Si Jacob se llega a casar con una de las hititas que viven en este país, ¡más me valdría morir!
y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto de retama y se sentó a su sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados».
»¡Ya estoy harto de esta vida! Por eso doy rienda suelta a mi queja; desahogo la amargura de mi alma.
¿Acaso mis contados días no llegan ya a su fin? ¡Déjame disfrutar de un momento de alegría
Aparta de él la mirada y déjalo en paz; como al jornalero, déjalo disfrutar de su trabajo.
¡Ah, si Dios se decidiera a destrozarme por completo, a descargar su mano sobre mí y aniquilarme!
Recuerda, oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad.
Todo ser humano es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.
No me mires con enojo y volveré a alegrarme antes que me vaya y deje de existir».
»Es como una sombra que pasa. En vano se afana por amontonar riquezas, pues no sabe quién se quedará con ellas.
Una quimera es la gente de humilde cuna, y una mentira la gente de alta alcurnia; si se les pusiera juntos en la balanza, pesarían menos que un soplo.
Por tanto, Dios hizo que sus días se esfumaran como un suspiro, que sus años acabaran en medio del terror.
Se acordó de que eran simples mortales, un efímero suspiro que jamás regresa.
Aborrecí entonces la vida, pues todo cuanto se hace bajo el sol me resultaba repugnante. Realmente, todo es vanidad; ¡es correr tras el viento!
En todos los lugares por donde yo disperse a los sobrevivientes de esta nación malvada, los que hayan quedado preferirán la muerte a la vida”, afirma el Señor de los Ejércitos.
Así que ahora, Señor, te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que seguir viviendo!
Al salir el sol, Dios dispuso un abrasador viento del este. Además, el sol hería a Jonás en la cabeza, de modo que este desfallecía. Con deseos de morirse, exclamó: «¡Prefiero morir que seguir viviendo!».