Por eso el Señor rechazó a todos los israelitas: los afligió y los entregó en manos de invasores, hasta que los arrojó de su presencia.
Jeremías 6:30 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Por eso se les llama “Plata desechada”; ¡para el Señor son un desecho!». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. Biblia Nueva Traducción Viviente Los marcaré: “plata rechazada”, porque yo, el Señor, los desecho». Biblia Católica (Latinoamericana) Serán llamados, en consecuencia, 'plata de desecho', porque Yavé los arrojó. La Biblia Textual 3a Edicion Plata reprobada serán llamados, Porque YHVH los ha desechado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Plata de desecho hay que llamarlos, porque Yahveh los ha desechado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. |
Por eso el Señor rechazó a todos los israelitas: los afligió y los entregó en manos de invasores, hasta que los arrojó de su presencia.
Tú desechas como escoria a los malvados de la tierra; por eso amo tus mandatos.
Allí los tienen, sobrecogidos de miedo, cuando no hay nada que temer. Dios dispersó los huesos de quienes te atacaban; tú los avergonzaste, porque Dios los rechazó.
Tu plata se ha convertido en escoria; tu buen vino está mezclado con agua.
Volveré mi mano contra ti, limpiaré tus escorias con lejía y quitaré todas tus impurezas.
¿Has rechazado por completo a Judá? ¿Detestas a Sión? ¿Por qué nos has herido de tal modo que ya no tenemos remedio? Esperábamos tiempos de paz, pero nada bueno recibimos. Esperábamos tiempos de salud, pero solo nos llegó el terror.
«Si este pueblo o algún profeta o sacerdote te pregunta: “¿Qué mensaje tenemos del Señor?”, tú responderás: “¿De qué mensaje hablas? Yo los abandonaré”, afirma el Señor.
»”Córtate la cabellera y tírala; eleva tu lamento en las lomas desoladas, porque el Señor ha rechazado y abandonado a la generación que provocó su ira.
La verdad es que nos has rechazado y te has excedido en tu enojo contra nosotros.
Como no lo obedecieron, mi Dios los rechazará; andarán errantes entre las naciones.
En un solo mes me deshice de tres pastores. Pero las ovejas me detestaron y yo me cansé de ellas.
»Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo lo recobrará? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.
Por lo tanto, pregunto: ¿Acaso rechazó Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.