Isaías 7:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 En aquel día, allí donde hubo mil viñedos que costaban mil piezas de plata cada uno, no quedarán más que espinos y cardos, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Acontecerá también en aquel tiempo, que el lugar donde había mil vides que valían mil siclos de plata, será para espinos y cardos. Biblia Nueva Traducción Viviente En aquel día, los viñedos lozanos que hoy valen mil piezas de plata se convertirán en parcelas llenas de zarzas y espinos. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquel día todo lugar donde había mil parras,
valoradas en mil monedas de plata,
se cubrirá de zarzas y espinas. La Biblia Textual 3a Edicion Aquel día, en un terreno de mil cepas, Otrora valuadas en mil siclos de plata, Habrá zarzas y espinos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sucederá en aquel día: todo lugar donde hay mil cepas por valor de mil siclos de plata, se convertirá en zarzas y abrojos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Acontecerá también en aquel tiempo, que el lugar donde había mil viñas que valían mil siclos de plata, será para los espinos y cardos. |
Ustedes, que se sienten tan confiadas, en poco más de un año temblarán; porque fallará la vendimia, y no llegará la cosecha.
Tres hectáreas de viña solo producirán un bato de vino y un jómer de semilla dará tan solo un efa de grano».
La dejaré desolada y no será podada ni cultivada; le crecerán espinos y cardos. Mandaré que las nubes no derramen lluvia sobre ella».
los cuales cubrirán toda la tierra. Solo se podrá entrar allí con arco y flecha.
Miré y la tierra fértil era un desierto; estaban en ruinas todas las ciudades, por la acción del Señor, por causa de su ardiente ira.
Las ciudades habitadas serán arrasadas y su país quedará en ruinas. Entonces sabrán ustedes que yo soy el Señor”».
Devastaré sus vides y sus higueras, que consideraba la paga de sus amantes. Las convertiré en maleza, y los animales del campo acabarán con ellas.
Aunque escapen de la destrucción, los recogerá Egipto y los enterrará Menfis. Sus tesoros de plata se llenarán de ortigas, y los espinos invadirán sus tiendas de campaña.
»Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Luego arrendó el viñedo a unos labradores y se fue de viaje.
En cambio, cuando produce espinos y cardos, no vale nada; está a punto de ser maldecida y acabará por ser quemada.