Conciben iniquidad y dan a luz maldad; en su vientre se genera el engaño».
Isaías 33:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Ustedes conciben cizaña y dan a luz paja; ¡pero mi soplo será un fuego que los consumirá! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. Biblia Nueva Traducción Viviente Ustedes, los asirios, no producen más que hierba seca y rastrojos; su propio aliento se convertirá en fuego y los consumirá. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes sembraron heno y cosecharán sólo paja,
mi respiración los quemará como una llama. La Biblia Textual 3a Edicion Habéis concebido hojarasca, pariréis paja, Y vuestro propio resoplido prenderá un fuego que os devorará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Concebís hojas y parís rastrojos, mi soplo es fuego que os devora. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; vuestro aliento, como fuego os consumirá. |
Conciben iniquidad y dan a luz maldad; en su vientre se genera el engaño».
El hombre fuerte se convertirá en estopa y su trabajo, en chispa; arderán los dos juntos y no habrá quien los apague».
Aunque esos pueblos braman como aguas encrespadas; huyen lejos cuando él los reprende, arrastrados por el viento como la paja de los cerros, como el polvo con el vendaval.
Concebimos, nos retorcimos, pero dimos a luz tan solo viento. No trajimos salvación a la tierra ni nacieron los habitantes del mundo.
Por eso, así como las lenguas de fuego devoran la paja y el pasto seco se consume en las llamas, su raíz se pudrirá y, como el polvo, se disipará su flor. Porque han rechazado la Ley del Señor de los Ejércitos y han desdeñado la palabra del Santo de Israel.
Nadie clama por la justicia; nadie va a juicio con integridad. Se confía en argumentos sin sentido y se mienten unos a otros. Conciben malicia y dan a luz perversidad.
Por eso no se complacerá el Señor en los jóvenes; tampoco se apiadará de huérfanos y viudas, porque todos ellos son impíos y malvados; sus labios profieren necedades. A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado; su mano aún sigue extendida.
¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres, sino a Dios!
Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte.