Isaías 26:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Señor, en la angustia te buscaron; apenas lograban susurrar una oración cuando tú los corregías. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste. Biblia Nueva Traducción Viviente Señor, en nuestra angustia te hemos buscado; bajo la carga de tu disciplina hemos orado. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé, en la angustia te buscábamos; vivíamos bajo la opresión y tu castigo nos apretaba. La Biblia Textual 3a Edicion Oh YHVH, en la angustia acudieron a ti; Derramaron la oración cuando la fuerza de tu castigo arreciaba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh, en la angustia te buscamos, murmuramos oraciones cuando tu castigo estaba sobre nosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste. |
Recuerdo esto y me deshago en llanto: yo solía ir con la multitud y la conducía a la casa de Dios. Entre voces de alegría y acciones de gracias hacíamos gran celebración.
Me acuerdo de Dios y me lamento; medito en él y mi espíritu desfallece. Selah
Si Dios los hería de muerte, entonces lo buscaban, y con ansias se volvían de nuevo a él.
Él me invocará y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia, lo libraré y lo llenaré de honores.
Y estos dijeron a Isaías: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas para darlos a luz.
A un trozo de madera le dicen: “Tú eres mi padre”, y a una piedra le repiten: “Tú me has dado a luz”. Me han vuelto la espalda; no quieren darme la cara. Pero les llega la desgracia y me dicen: “¡Levántate y sálvanos!”.
Tú, que habitas en el Líbano, que has puesto tu nido entre los cedros, ¡cómo gemirás cuando te vengan los dolores, dolores como de parturienta!
Levántate y clama por las noches, cuando empiece la vigilancia nocturna. Deja correr el llanto de tu corazón como agua derramada ante el Señor. Eleva tus manos a Dios en oración por la vida de tus hijos, que desfallecen de hambre y quedan tendidos por las calles.
Volveré luego a mi morada hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con sinceridad».
No me invocan de corazón, sino que se lamentan echados en sus camas. Para obtener grano y vino nuevo se laceran y se ponen en mi contra.
El pueblo se acercó entonces a Moisés y dijo: —Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Ruégale al Señor que nos quite esas serpientes. Moisés intercedió por el pueblo,
»Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.
Pero los israelitas contestaron al Señor: —Hemos pecado. Haz con nosotros lo que mejor te parezca, pero te rogamos que nos salves en este día.
—No, mi señor; no he bebido vino ni cerveza. Soy solo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor.