Llegaron los dos hombres perversos, se sentaron frente a él y lo acusaron ante el pueblo, diciendo: «¡Nabot ha maldecido a Dios y al rey!». Como resultado, la gente lo llevó fuera de la ciudad y lo mató a pedradas.
Hechos 7:59 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. —Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras era apedreado, Esteban oraba así: 'Señor Jesús, recibe mi espíritu. La Biblia Textual 3a Edicion Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba y decía:° ¡Señor Jesús, recibe mi espíritu! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras apedreaban a Esteban, él oraba diciendo: 'Señor Jesús, recibe mi espíritu'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y apedrearon a Esteban, mientras él invocaba a Dios y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. |
Llegaron los dos hombres perversos, se sentaron frente a él y lo acusaron ante el pueblo, diciendo: «¡Nabot ha maldecido a Dios y al rey!». Como resultado, la gente lo llevó fuera de la ciudad y lo mató a pedradas.
Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.
Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá salvación, como lo ha dicho el Señor. Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del Señor.
Entonces Jesús exclamó con fuerza: —¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró.
Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre”.
Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.
Todos los que le oían quedaban asombrados y preguntaban: «¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?».
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros:
Huye de las malas pasiones de la juventud y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio.