Sus ojos son más oscuros que el vino; sus dientes, más blancos que la leche.
Génesis 49:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Judá amarra su asno a la vid y la cría de su asno a la mejor cepa; lava su ropa en vino; su manto, en la sangre de las uvas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Atando a la vid su pollino, Y a la cepa el hijo de su asna, Lavó en el vino su vestido, Y en la sangre de uvas su manto. Biblia Nueva Traducción Viviente Él ata su potro a una vid, la cría de su burro a una vid escogida. Lava sus ropas en vino, sus vestidos, con el jugo de las uvas. Biblia Católica (Latinoamericana) Amarra en la vid a su burrito, y a la cepa el hijito de su burra. Lava en el vino su túnica y en la sangre de los racimos su manto. La Biblia Textual 3a Edicion Ata a la vid su pollino, Y a la cepa el hijo de su asna. Lava en el vino su vestido, Y en sangre de uvas su manto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ata a la vid su pollino, a la cepa el hijo del asna; lava su vestido en el vino, en la sangre de las uvas su ropa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Atando a la vid su pollino, y a la cepa el hijo de su asna, lavó en el vino su vestidura, y en la sangre de uvas su manto: |
Sus ojos son más oscuros que el vino; sus dientes, más blancos que la leche.
Los pueblos de Judá y de Israel eran tan numerosos como la arena que está a la orilla del mar; y abundaban la comida, la bebida y la alegría.
Durante el reinado de Salomón, todos los habitantes de Judá y de Israel, desde Dan hasta Berseba, vivieron seguros sentados debajo de su propia vid y de su propia higuera.
hasta que yo venga y los lleve a un país como el de ustedes, país de grano y de mosto, de pan y de viñedos, de aceite de oliva y de miel. Así vivirán en vez de morir”. »No hagan caso a Ezequías, que los quiere seducir cuando dice: “El Señor nos librará”.
»En aquel día las montañas destilarán vino nuevo y de las colinas fluirá leche; correrá el agua por los canales de los ríos de Judá. De la casa del Señor brotará una fuente que irrigará el valle de las acacias.
«Vienen días», afirma el Señor, «en los cuales el que ara alcanzará al segador y el que pisa las uvas, al sembrador. Los montes destilarán vino dulce, el cual correrá por todas las colinas.
Cada uno se sentará debajo de su vid y de su higuera; y nadie perturbará su solaz —el Señor de los Ejércitos lo ha dicho—.
con mantequilla y leche de las vacas y ovejas, y con cebados corderos y cabritos; con toros selectos de Basán y las mejores espigas del trigo. Bebió la sangre espumosa de la uva.
Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que fluyen en los valles y en las colinas;
tierra de trigo y de cebada; de viñas, higueras y granados; de olivares, aceite y miel;
Las uvas fueron exprimidas fuera de la ciudad y del lagar salió sangre, la cual llegó hasta los frenos de los caballos en una extensión de mil seiscientos estadios.
para que coman carne de reyes, de jefes militares y de magnates; carne de caballos y de sus jinetes; carne de toda clase de gente, libres y esclavos, grandes y pequeños».
—Eso tú lo sabes, mi señor —respondí. Él me dijo: —Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.
de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil;