Génesis 37:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Ahora sí que le llegó la hora. Vamos a matarlo y echarlo en una de estas cisternas, y diremos que lo devoró un animal salvaje. ¡Y a ver en qué terminan sus sueños! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. Biblia Nueva Traducción Viviente Vamos, matémoslo y tirémoslo en una de esas cisternas. Podemos decirle a nuestro padre: “Un animal salvaje se lo comió”. ¡Entonces veremos en qué quedan sus sueños! Biblia Católica (Latinoamericana) Este es el momento: matémoslo y echémoslo en un pozo cualquiera, y diremos que algún animal feroz lo devoró. ¡Ahí vamos a ver en qué quedan sus sueños!' La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, vamos, matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas, y digamos que una mala bestia lo devoró. Veremos entonces qué serán sus sueños. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo mataremos, lo arrojaremos a una cisterna y diremos que una bestia salvaje le devoró. Veremos así en qué acaban sus sueños'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Venid, pues, ahora; matémoslo y echémoslo en un pozo, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. |
Entonces Judá propuso a sus hermanos: —¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte?
Luego la mandaron a su padre con el siguiente mensaje: «Encontramos esto. Fíjate bien si es o no la túnica de tu hijo».
En cuanto Jacob la reconoció, exclamó: «¡Sí, es la túnica de mi hijo! ¡Seguro que un animal salvaje lo devoró y lo hizo pedazos!».
—Yo soy José —declaró a sus hermanos—. ¿Vive todavía mi padre? Pero ellos estaban tan pasmados que no atinaban a contestarle.
y el hombre de Dios se puso en camino. Pero un león le salió al paso y lo mató, dejándolo tendido en el camino. Sin embargo, el león y el asno se quedaron junto al cuerpo.
Eliseo se volvió y, clavándoles la vista, los maldijo en el nombre del Señor. Al instante, dos osas salieron del bosque y despedazaron a cuarenta y dos muchachos.
Unos a otros se animan en sus planes malvados, calculan cómo tender sus trampas; y hasta dicen: «¿Quién las verá?».
Pues corren presurosos a hacer lo malo; ¡tienen prisa por derramar sangre!
El de labios mentirosos disimula su odio, y el que propaga calumnias es un necio.
Cruel es la furia y arrolladora la ira, pero ¿quién puede enfrentarse a los celos?
Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, alcanza la misericordia.
los ojos que se enaltecen, la lengua que miente, las manos que derraman sangre inocente,
Ustedes dicen: «Hemos hecho un convenio con la muerte; hemos hecho una alianza con el sepulcro. Cuando venga una calamidad abrumadora, no nos podrá alcanzar, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y del engaño nuestro escondite».
Si he hablado de las cosas terrenales y no creen, ¿cómo van a creer si les hablo de las celestiales?
En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.
Ahora caigo en cuenta de que tú serás el rey y de que consolidarás el reino de Israel.
Entonces Saúl se puso en marcha con los tres mil hombres escogidos de Israel y bajó al desierto de Zif en busca de David.