te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia —como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tu descendencia conquistará las ciudades de sus enemigos.
Génesis 34:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 su padre Jamor lo acompañó hasta la entrada de la ciudad y allí hablaron con todos sus conciudadanos. Les dijeron: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente y acompañó a su padre, Hamor, a presentar la propuesta a los líderes que estaban a las puertas de la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Hamor y su hijo Siquem fueron a la puerta de su ciudad y hablaron a sus conciudadanos, reunidos allí. La Biblia Textual 3a Edicion Y fueron Hamor y Siquem su hijo a la puerta de su ciudad, y hablaron a los hombres de su ciudad, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jamor y su hijo Siquén fueron a la puerta de la ciudad y hablaron a los hombres de la ciudad, diciéndoles: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Hamor y Siquem, su hijo, vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo: |
te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia —como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tu descendencia conquistará las ciudades de sus enemigos.
Efrón el hitita, que estaba sentado allí entre su gente, respondió a Abraham en presencia de todos ellos y de los que pasaban por la puerta de su ciudad:
y tan enamorado estaba Siquén de la hija de Jacob que no demoró en circuncidarse. Como Siquén era el hombre más respetado en la familia,
—Estos hombres se han portado como amigos. Dejen que se establezcan en nuestro país y que lleven a cabo sus negocios aquí, ya que hay suficiente espacio para ellos. Además, nosotros nos podremos casar con sus hijas y ellos con las nuestras.
Se levantaba temprano y se ponía a la vera del camino, junto a la entrada de la ciudad. Cuando pasaba alguien que iba a ver al rey para resolver un pleito, Absalón lo llamaba y le preguntaba de qué pueblo venía. Aquel le decía de qué tribu israelita era
»Cuando ocupaba mi puesto en el concejo de la ciudad y en la plaza pública tomaba asiento,
Dichoso aquel que llena su aljaba con esta clase de flechas. No será avergonzado por sus enemigos cuando litiguen contra él en los tribunales.
Su esposo es respetado en las puertas de la ciudad; ocupa un puesto entre las autoridades del lugar.
Ustedes odian al que defiende la justicia en el tribunal y detestan al que dice la verdad.
¡Yo sé cuán numerosos son sus delitos, cuán grandes sus pecados! Ustedes oprimen al justo, exigen soborno y en los tribunales atropellan al necesitado.
¡Odien el mal y amen el bien! Establezcan la justicia en los tribunales; tal vez así el Señor, el Dios de los Ejércitos, tenga compasión del remanente de José.
Lo que ustedes deben hacer es hablar cada uno a su prójimo con la verdad y juzgar con integridad en sus tribunales. ¡Eso trae la paz!
llevarás al culpable, sea hombre o mujer, fuera de las puertas de la ciudad, para que muera apedreado.
Booz, por su parte, subió hasta la puerta de la ciudad y se sentó allí. En eso pasó el pariente, que él había mencionado, responsable de redimirlas. —Ven acá, amigo mío, y siéntate —dijo Booz. El hombre fue y se sentó.