y Jehú ordenó a su ayudante Bidcar: —Saca el cadáver y tíralo en el terreno que fue propiedad de Nabot, el jezrelita. Recuerda el día en que tú y yo conducíamos juntos detrás de Acab, padre de Jorán, y el Señor pronunció contra él esta sentencia:
Ezequiel 12:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pero tú explícales: “Así dice el Señor y Dios: ‘Este mensaje se refiere al pueblo de Israel que vive en Jerusalén y también a su príncipe’ ”. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Esta profecía se refiere al príncipe en Jerusalén, y a toda la casa de Israel que está en medio de ella. Biblia Nueva Traducción Viviente Diles: “Esto dice el Señor Soberano: ‘Estas acciones contienen un mensaje para el rey Sedequías, en Jerusalén, y para todo el pueblo de Israel’”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien, así les dirás de parte de Yavé: Esto es una profecía, que se refiere a Jerusalén y a todos los israelitas que allí moran. La Biblia Textual 3a Edicion Diles: Así dice Adonay YHVH: Esta profecía se refiere al príncipe de Jerusalem y a toda la casa de Israel que está en medio de ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Diles: así dice el Señor Yahveh: este oráculo concierne al príncipe de Jerusalén y a toda la casa de Israel que habita en ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Diles: Así dice el Señor Jehová: Al príncipe en Jerusalén es esta carga, y a toda la casa de Israel que está en medio de ellos. |
y Jehú ordenó a su ayudante Bidcar: —Saca el cadáver y tíralo en el terreno que fue propiedad de Nabot, el jezrelita. Recuerda el día en que tú y yo conducíamos juntos detrás de Acab, padre de Jorán, y el Señor pronunció contra él esta sentencia:
Después de eso, entregaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales y a la gente que haya quedado con vida en la ciudad después de la plaga, la espada y el hambre”, afirma el Señor. “Los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de los enemigos que buscan matarlos. Sin ninguna piedad, clemencia ni compasión, Nabucodonosor los matará a filo de espada”.
»”Pero a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales y a los sobrevivientes de Jerusalén —lo mismo a los que se quedaron en esta tierra como a los que viven en Egipto—, los trataré como a los higos malos, que de tan malos no se pueden comer”, afirma el Señor.
Pero, si no se rinde ante los oficiales del rey de Babilonia, la ciudad caerá bajo el poder de los babilonios, será incendiada y usted no tendrá escapatoria”.
»Por tanto, hijo de hombre, prepara tu equipaje para el exilio y a plena luz del día, a la vista de todos, saldrás como quien va exiliado a otro lugar. Tal vez así entiendan, aunque son un pueblo rebelde.
»”¡Espada, vuelve a tu vaina! Allí, en tu tierra de origen, donde fuiste creada, ¡allí te juzgaré!
El rey hará duelo, el príncipe se cubrirá de tristeza y temblarán las manos del pueblo. Yo los trataré según su conducta y los juzgaré según sus acciones. Así sabrán que yo soy el Señor».
Esta profecía es la palabra del Señor dirigida a Israel por medio de Malaquías.