—¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante Natán. —El Señor ha perdonado ya tu pecado y no morirás —contestó Natán—.
Éxodo 9:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón para decirles: —Esta vez reconozco mi pecado. El Señor ha actuado con justicia, mientras yo y también mi pueblo hemos actuado mal. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el faraón enseguida mandó llamar a Moisés y a Aarón. —Esta vez he pecado —confesó—. El Señor es el justo, y mi pueblo y yo estamos equivocados. Biblia Católica (Latinoamericana) Por fin, Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: '¡Ahora sí que tengo la culpa! Yavé es el justo; yo y mi pueblo somos los culpables. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez. YHVH es el Justo, y yo y mi pueblo los malvados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: 'Esta vez he pecado. Yahveh es justo; yo y mi pueblo somos culpables. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez: Jehová es justo, y yo y mi pueblo somos impíos. |
—¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante Natán. —El Señor ha perdonado ya tu pecado y no morirás —contestó Natán—.
Los líderes israelitas y el rey confesaron con humildad: —¡El Señor es justo!
Al Señor se le conoce porque imparte justicia; el malvado cae en la trampa que él mismo tendió. Higaión Selah
El faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón a toda prisa y les dijo: «He pecado contra el Señor su Dios y contra ustedes.
Yo les pido que perdonen mi pecado una vez más, y que rueguen por mí al Señor su Dios, para que por lo menos aleje de donde yo estoy esta plaga mortal».
Llamó entonces el faraón a Moisés y a Aarón y les dijo: —Vayan y ofrezcan sacrificios a su Dios aquí en el país.
Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: —Ruéguenle al Señor que aleje las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo para que le ofrezca sacrificios.
«El Señor es justo, pero yo me rebelé contra su palabra. Escuchen, todos los pueblos, y vean mi sufrimiento. Mis doncellas y mis jóvenes han marchado al destierro.
»”El Señor no dudó en traer sobre nosotros esta calamidad; porque el Señor nuestro Dios es justo en todo lo que hace, y aun así no obedecimos.
El pueblo se acercó entonces a Moisés y dijo: —Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Ruégale al Señor que nos quite esas serpientes. Moisés intercedió por el pueblo,
Balán dijo al ángel del Señor: —He pecado. No me di cuenta de tu presencia en el camino para cerrarme el paso. Ahora bien, como esto te parece mal, voy a regresar.
—He pecado —dijo—, porque he entregado a la muerte a un inocente. —¿Y eso a nosotros qué nos importa? —respondieron—. ¡Allá tú!
Pero por tu obstinación y por tu corazón sin arrepentimiento sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio.
Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios.
Acán respondió: —Es cierto que he pecado contra el Señor, Dios de Israel. Esta es mi falta:
—¡He pecado! —admitió Saúl—. He desobedecido la orden del Señor y tus instrucciones. Los soldados me intimidaron y les hice caso.
—¡He pecado! —respondió Saúl—. Pero te pido que por ahora me sigas reconociendo ante los jefes de mi pueblo y ante todo Israel. Regresa conmigo para que yo adore al Señor tu Dios.
—¡He pecado! —exclamó Saúl—. Regresa, David, hijo mío. Ya no voy a hacerte daño. Tú has valorado hoy mi vida; yo, en cambio, he sido un necio y me he portado muy mal.