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Éxodo 32:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Tanto las tablas como la escritura grabada en ellas eran obra de Dios.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Estas tablas eran obra de Dios; cada palabra estaba escrita por Dios mismo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Las tablas eran obra de Dios, como también la escritura era la escritura de Dios, grabada sobre ellas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Las dos tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada en ellas era escritura de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

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Lòt tradiksyon



Éxodo 32:16
12 Referans Kwoze  

¡Si para siempre quedaran grabadas con cincel de hierro y plomo, esculpidas en la roca!


Y cuando terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del pacto, que eran dos lajas escritas por el dedo mismo de Dios.


Moisés dio vuelta y bajó de la montaña. Cuando bajó, traía en sus manos las dos tablas del pacto, las cuales estaban escritas por sus dos lados.


Cuando Josué oyó el ruido y los gritos del pueblo, dijo a Moisés: —Se oyen en el campamento gritos de guerra.


El Señor dijo a Moisés: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras que rompiste. Voy a escribir en ellas las mismas palabras que estaban escritas en las primeras.


Moisés labró dos tablas de piedra semejantes a las primeras y muy de mañana las llevó en sus manos al monte Sinaí, como se lo había ordenado el Señor.


Es evidente que ustedes son una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones.


El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.


En aquel tiempo, el Señor me dijo: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras y haz un arca de madera; después de eso, sube a la montaña para que te encuentres conmigo.


Luego me di vuelta y bajé de la montaña que ardía en llamas. En las manos traía yo las dos tablas del pacto.


«Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel», afirma el Señor. «Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.