Dio rienda suelta a su enojo y no los libró de la muerte, sino que los entregó a la plaga.
Éxodo 12:30 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Todos en Egipto se levantaron esa noche, lo mismo el faraón que sus funcionarios, y hubo grandes lamentos en el país. No había una sola casa egipcia donde no hubiera algún muerto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el faraón, sus funcionarios y todo el pueblo de Egipto se despertaron durante la noche, y se oyó un lamento desgarrador por toda la tierra de Egipto. No había ni una sola casa donde alguien no hubiera muerto. Biblia Católica (Latinoamericana) Faraón se levantó de noche, y con él toda su gente y todos los egipcios. Se oyó un clamor grande por todo Egipto, pues no había casa donde no hubiera algún muerto. La Biblia Textual 3a Edicion Y por la noche se levantó Faraón con todos sus siervos y todos los egipcios, y hubo en Egipto un gran clamor, pues no hubo casa donde no hubiera un muerto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aquella noche se levantó el Faraón y todos sus servidores y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos y todos los egipcios; y había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese muerto. |
Dio rienda suelta a su enojo y no los libró de la muerte, sino que los entregó a la plaga.
—Que el Señor los acompañe —repuso el faraón—, ¡si es que yo dejo que se vayan con sus mujeres y sus hijos! ¡Claramente se ven sus malas intenciones!
En todo Egipto habrá grandes lamentos, como no los ha habido ni volverá a haberlos.
Quien cierra sus oídos al clamor del pobre llorará también sin que nadie le responda.
Se escucharán lamentos en todos los viñedos cuando yo pase en medio de ti», dice el Señor.
A medianoche se oyó un grito: “¡Ahí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”.
porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡La compasión triunfa en el juicio!
Los que no murieron fueron azotados por tumores, de modo que los gritos de la ciudad llegaban hasta el cielo.