Yo seré su Padre y él será mi hijo. Así que, cuando haga lo malo, lo castigaré con varas y azotes, como lo haría un padre.
Deuteronomio 8:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Biblia Nueva Traducción Viviente Ten por cierto que, así como un padre disciplina a su hijo, el Señor tu Dios te disciplina para tu propio bien. Biblia Católica (Latinoamericana) Comprende, pues, que del mismo modo que un padre educa a su hijo, así Yavé te ha educado a ti. La Biblia Textual 3a Edicion Reconoce pues en tu corazón, que como un hombre corrige a su hijo, así te ha corregido YHVH tu Dios, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Reconoce, pues, en tu corazón que Yahveh te corrige como un hombre corrige a su hijo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. |
Yo seré su Padre y él será mi hijo. Así que, cuando haga lo malo, lo castigaré con varas y azotes, como lo haría un padre.
Dichoso aquel a quien tú, Señor, corriges; aquel a quien instruyes en tu Ley,
Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor ni te ofendas por sus reprensiones.
Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido.
Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando te lleguen los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que nadie sabe con qué habrá de encontrarse después.
El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no comprende!».
»Por tanto, hijo de hombre, prepara tu equipaje para el exilio y a plena luz del día, a la vista de todos, saldrás como quien va exiliado a otro lugar. Tal vez así entiendan, aunque son un pueblo rebelde.
Si recapacita y se aparta de todas sus maldades, no morirá, sino que vivirá.
pero si nos juzga el Señor, nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.
y en el desierto. Por todo el camino que han recorrido, hasta llegar a este lugar, ustedes han visto cómo el Señor su Dios los ha guiado, como lo hace un padre con su hijo».
Tengan, pues, cuidado de no olvidar el pacto que el Señor su Dios ha hecho con ustedes. No se fabriquen imágenes de ninguna figura que el Señor su Dios les haya prohibido,
Desde el cielo les permitió escuchar su voz para instruirles. Y en la tierra les permitió ver su gran fuego desde el cual les habló.
Pero ¡tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos ni las aparten de sus corazones mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos.
»Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.