«Ve y dile a mi siervo David que así dice el Señor: “No serás tú quien me construya una casa para que yo la habite.
Deuteronomio 3:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pero por causa de ustedes el Señor se enojó conmigo y no me escuchó, sino que me dijo: «¡Basta ya! No me hables más de este asunto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto. Biblia Nueva Traducción Viviente »Pero el Señor estaba enojado conmigo por culpa de ustedes y no quiso escucharme. “¡Ya basta! —exclamó—. Ni una sola palabra más sobre ese asunto. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Yavé se había enojado conmigo por culpa de ustedes y no me escuchó, antes bien me dijo: 'Basta ya, no me hables más de eso, La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH se mostró disgustado contra mí por causa de vosotros, y no me escuchó; y me dijo YHVH: ¡Basta, no hablemos más de este asunto! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero, por vuestra culpa, Yahveh se irritó contra mí y no me escuchó, sino que me dijo: '¡Basta ya! No me vuelvas a hablar más de eso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Jehová estaba enojado conmigo por causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Bástate, no me hables más de este asunto. |
«Ve y dile a mi siervo David que así dice el Señor: “No serás tú quien me construya una casa para que yo la habite.
—Ustedes no saben lo que están pidiendo —respondió Jesús—. ¿Pueden acaso beber el trago amargo de la copa que yo voy a beber? —Sí, podemos.
Yendo un poco más allá, se postró rostro en tierra y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».
Por causa de ustedes el Señor se enojó también conmigo y me dijo: «Tampoco tú entrarás en esa tierra.
«Ya tengo ciento veinte años y no puedo seguir siendo su líder. Además, el Señor me ha dicho que no voy a cruzar el Jordán,
Luego el Señor dijo: «Este es el territorio que juré a Abraham, Isaac y Jacob que daría a sus descendientes. Te he permitido verlo con tus propios ojos, pero no podrás entrar en él».