Ya no vemos señales milagrosas; ya no hay ningún profeta y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.
Daniel 12:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Uno de ellos dijo al hombre vestido de tela de lino, que estaba sobre las aguas del río: “¿Cuánto falta para que se cumplan estas cosas asombrosas?”. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Biblia Nueva Traducción Viviente Uno de ellos le preguntó al hombre vestido de lino, que estaba de pie sobre el río: —¿Cuánto tiempo pasará hasta que terminen estos espantosos sucesos? Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de ellos dijo al hombre vestido de lino que estaba por encima de las aguas del río: '¿Cuándo se cumplirán esas cosas prodigiosas?' La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de ellos dijo al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del río: '¿Para cuándo será el tiempo de estas maravillas?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? |
Ya no vemos señales milagrosas; ya no hay ningún profeta y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.
Entonces vi que por el camino de la puerta superior que da hacia el norte venían seis hombres, cada uno con un arma mortal en la mano. Con ellos venía un hombre vestido con tela de lino, que llevaba en la cintura un estuche de escriba. Todos ellos entraron y se pararon junto al altar de bronce.
»Yo, Daniel, vi ante mí a dos hombres. Uno de ellos estaba a una orilla del río; el otro, en la orilla opuesta.
»Aunque escuché lo que dijo ese hombre, no pude entenderlo, así que pregunté: “Señor, ¿en qué va a parar todo esto?”.
»Escuché entonces que uno de los santos hablaba y que otro le preguntaba: “¿Cuánto tiempo va a tardar lo anunciado en esta visión: el sacrificio diario, la rebeldía desoladora, la entrega del santuario y la humillación del ejército?”.
Escuché entonces una voz que desde el río Ulay gritaba: “¡Gabriel, dile a este hombre lo que significa la visión!”.
Más tarde, estaba Jesús sentado en el monte de los Olivos cuando llegaron los discípulos y le preguntaron en privado: —¿Cuándo sucederá eso y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?
—Dinos, ¿cuándo sucederá eso y cuál será la señal de que todo está a punto de cumplirse?
El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales,
A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado los que les predicaron acerca de las buenas noticias por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Aun los mismos ángeles anhelan contemplar esas cosas.
Del templo salieron los siete ángeles que llevaban las siete plagas. Estaban vestidos de tela de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos con bandas de oro a la altura del pecho.
Lo siguen los ejércitos del cielo, montados en caballos blancos y vestidos de tela de lino fino, blanco y limpio.
Gritaban a gran voz: «¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?».