Cuando los camellos terminaron de beber, el criado tomó un anillo de oro que pesaba un becá, y se lo puso a la joven en la nariz; también le colocó en los brazos dos pulseras de oro que pesaban diez siclos y le preguntó:
Cantares 1:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 ¡Qué hermosas lucen tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué hermoso luce tu cuello entre los collares! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, Tu cuello entre los collares. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Qué hermosas son tus mejillas! ¡Tus pendientes las encienden aún más! ¡Qué hermoso es tu cuello realzado con un collar de joyas! Biblia Católica (Latinoamericana) Tus mejillas se ven lindas con esos aros
y tu cuello entre los collares. La Biblia Textual 3a Edicion Hermosas son tus mejillas entre las trenzas, Tu cuello, entre collares de corales. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Qué graciosas tus mejillas con pendientes; tu garganta con collares! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares. |
Cuando los camellos terminaron de beber, el criado tomó un anillo de oro que pesaba un becá, y se lo puso a la joven en la nariz; también le colocó en los brazos dos pulseras de oro que pesaban diez siclos y le preguntó:
»Luego le pregunté: “¿Hija de quién es usted?”. Y cuando ella me respondió: “Soy hija de Betuel, el hijo de Najor y de Milca”, yo le puse un anillo en la nariz y pulseras en los brazos,
Luego sacó joyas de oro y de plata, y vestidos, y se los dio a Rebeca. También entregó regalos a su hermano y a su madre.
De inmediato, el faraón se quitó el anillo oficial y se lo puso a José. Hizo que lo vistieran con ropas de lino fino y que le pusieran un collar de oro en el cuello.
Adornarán tu cabeza como una hermosa diadema; adornarán tu cuello como un collar.
Cautivaste mi corazón, hermana y novia mía, con una mirada de tus ojos; con una vuelta de tu collar cautivaste mi corazón.
Sus mejillas son como lechos de bálsamo, como cultivos de hierbas aromáticas. Sus labios son azucenas por las que fluye mirra.
Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema o una novia adornada con sus joyas.
Por eso hemos traído, como ofrenda al Señor, los artículos de oro que cada uno de nosotros encontró: pulseras, cadenas, anillos, pendientes y collares. Todo esto lo traemos para pedir perdón por nuestro pecado ante el Señor».
Más bien, que la belleza de ustedes sea la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu humilde y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.