La verdadera madre, angustiada por su hijo, dijo al rey: —¡Por favor, mi señor! ¡Dele usted a ella el niño que está vivo, pero no lo mate! En cambio, la otra exclamó: —¡Ni para mí ni para ti! ¡Que lo partan!
2 Reyes 6:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pues bien, cocinamos a mi hijo y nos lo comimos, pero, al día siguiente, cuando le pedí que entregara su hijo para que nos lo comiéramos, resulta que ya lo había escondido. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido a su hijo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces cocinamos a mi hijo y nos lo comimos. Al día siguiente, yo le dije: “Mata a tu hijo para que nos lo comamos”, pero ella lo había escondido. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien cocimos a mi hijo y lo comimos, pero cuando al día siguiente le digo: Dame a tu hijo para que lo comamos, lo escondió'. La Biblia Textual 3a Edicion Cocimos, pues, mi hijo y lo comimos; y al día siguiente le dije: Entrega tu hijo para que podamos comerlo, pero ella ha escondido a su hijo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cocimos a mi hijo y nos lo comimos; y al día siguiente le dije: 'Dame tu hijo y nos lo comeremos'. Pero ella ha escondido a su hijo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que cocimos a mi hijo, y lo comimos; y al día siguiente yo le dije a ella: Da acá a tu hijo, y comámoslo; pero ella ha escondido a su hijo. |
La verdadera madre, angustiada por su hijo, dijo al rey: —¡Por favor, mi señor! ¡Dele usted a ella el niño que está vivo, pero no lo mate! En cambio, la otra exclamó: —¡Ni para mí ni para ti! ¡Que lo partan!
«¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!
Como madre que consuela a su hijo, así yo los consolaré a ustedes; en Jerusalén serán consolados».
Con sus manos, mujeres compasivas cocinaron a sus propios hijos, y esos niños fueron su alimento cuando mi pueblo fue destruido.
»Si a pesar de esto todavía no me obedecen, sino que continúan oponiéndose a mí,
Te acorralará en todas las ciudades de tu tierra; te sitiará hasta que se derrumben esas murallas altas y fortificadas en las que has confiado. ¡Te asediará en toda la tierra y en las ciudades que el Señor tu Dios te ha dado!
Tal será tu sufrimiento durante el sitio de la ciudad que acabarás comiéndote el fruto de tu vientre, ¡la carne misma de los hijos y las hijas que el Señor tu Dios te ha dado!
No compartirá el hijo que acaba de parir, ni su placenta, sino que se los comerá en secreto, pues será lo único que le quede. ¡Tal será la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades!