La fama de David creció aún más cuando regresó victorioso del valle de la Sal, donde aniquiló a dieciocho mil edomitas.
2 Reyes 14:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Amasías derrotó a diez mil edomitas en el valle de la Sal; también conquistó la ciudad de Selá y le puso por nombre Joctel, que es como se conoce hasta el día de hoy. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Este mató asimismo a diez mil edomitas en el Valle de la Sal, y tomó a Sela en batalla, y la llamó Jocteel, hasta hoy. Biblia Nueva Traducción Viviente Amasías también mató a diez mil edomitas en el valle de la Sal. Además, conquistó la ciudad de Sela y le cambió el nombre a Jocteel, como se le conoce hasta el día de hoy. Biblia Católica (Latinoamericana) Amasías derrotó a los edomitas en el valle de la Sal y se apoderó de la meseta a costa de un duro combate; le dio el nombre de Yoctel, el que lleva hasta el día de hoy. La Biblia Textual 3a Edicion Él mató a diez mil de Edom en el Valle de la Sal, y durante la guerra conquistó Sela, y la llamó Jocteel, hasta este día. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él fue quien derrotó a diez mil edomitas en el valle de la Sal y se apoderó al asalto de Sela, a la que impuso el nombre de Yocteel, que conserva hasta el día de hoy. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Este también mató a diez mil edomitas en el valle de la Sal, y tomó a Sela en batalla, y la llamó Jocteel, hasta hoy. |
La fama de David creció aún más cuando regresó victorioso del valle de la Sal, donde aniquiló a dieciocho mil edomitas.
También puso guarniciones en Edom; las estableció por todo el país, de modo que los edomitas pasaron a ser vasallos tributarios de David. En todas sus campañas el Señor le daba la victoria.
De hecho, has derrotado a los edomitas y actúas con arrogancia. Está bien, jáctate si quieres, pero quédate en casa. ¿Para qué provocas una desgracia que significará tu perdición y la de Judá?».
Por su parte, Abisay, hijo de Sarvia, derrotó a los edomitas en el valle de la Sal, donde aniquiló a dieciocho mil edomitas.
Oh Dios, tú nos has rechazado y has abierto brecha en nuestras filas; te has enojado con nosotros: ¡restáuranos ahora!
Envíen corderos al gobernante del país, desde Selá, por el desierto, y hasta el monte de la hija de Sión.
Tú, que habitas en las hendiduras de las rocas; tú, que ocupas las alturas de los montes: fuiste engañado por el terror que infundías y por el orgullo de tu corazón. Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila, desde allí te haré caer», afirma el Señor.
La soberbia de tu corazón te ha engañado. Como habitas en las hendiduras de las rocas, en la altura de tu morada, te engañas a ti mismo, diciendo: ¿Quién podrá arrojarme a tierra?