Un día, Moisés estaba cuidando el rebaño de Jetro, su suegro, que era sacerdote de Madián, y llevó las ovejas hasta el otro extremo del desierto hasta llegar a Horeb, la montaña de Dios.
2 Pedro 1:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Biblia Nueva Traducción Viviente Nosotros mismos oímos aquella voz del cielo cuando estuvimos con él en el monte santo. Biblia Católica (Latinoamericana) Nosotros mismos escuchamos esa voz venida del cielo estando con él en el cerro santo. La Biblia Textual 3a Edicion Y nosotros escuchamos esa voz dirigida desde el cielo, estando con Él en el monte santo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nosotros oímos esta voz dirigida desde el cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con Él en el monte santo. |
Un día, Moisés estaba cuidando el rebaño de Jetro, su suegro, que era sacerdote de Madián, y llevó las ovejas hasta el otro extremo del desierto hasta llegar a Horeb, la montaña de Dios.
—No te acerques más —le dijo Dios—. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa.
No harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque se llenará la tierra con el conocimiento del Señor así como las aguas cubren los mares.
los llevaré a mi monte santo; los llenaré de alegría en mi casa de oración. Aceptaré los holocaustos y sacrificios que ofrezcan sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos».
»Así dice el Señor: “Regresaré a Sión y habitaré en Jerusalén. Y Jerusalén será conocida como la Ciudad de la Verdad y el monte del Señor de los Ejércitos, como el Monte de la Santidad”.
El comandante del ejército del Señor contestó: —Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa. Y Josué obedeció.