2 Crónicas 9:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 La reina de Sabá se enteró de la fama de Salomón, así que fue a verlo en Jerusalén para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. Llegó con un séquito muy grande. Sus camellos llevaban perfumes, oro en abundancia y piedras preciosas. Al presentarse ante Salomón, le preguntó todo lo que tenía pensado, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Oyendo la reina de Sabá la fama de Salomón, vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias aromáticas, oro en abundancia, y piedras preciosas, para probar a Salomón con preguntas difíciles. Y luego que vino a Salomón, habló con él todo lo que en su corazón tenía. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando la reina de Saba se enteró de la fama de Salomón, viajó a Jerusalén para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. Llegó con un gran séquito de asistentes y una enorme caravana de camellos cargados con especias, grandes cantidades de oro y piedras preciosas. Biblia Católica (Latinoamericana) La reina de Saba había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén a probarlo por enigmas. Vino con muchos servidores y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Fue donde Salomón y conversó con él sobre todas sus inquietudes. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando la reina de Sabá° oyó la fama de Salomón, fue a Jerusalem para probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella llegó con un gran séquito, con camellos cargados de especias, oro en gran abundancia y piedras preciosas. Al llegar ante Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su mente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La reina de Sabá tuvo noticia de la fama de Salomón y fue a ponerle a prueba con enigmas. Llegó a Jerusalén con un gran séquito, con innumerables camellos cargados de aromas, de oro en gran cantidad y de piedras preciosas. Se presentó ante Salomón y le propuso todo lo que traía pensado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyendo la reina de Seba la fama de Salomón, vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias aromáticas, y oro en abundancia, y piedras preciosas, para probar a Salomón con preguntas difíciles. Y luego que vino a Salomón, habló con él todo lo que en su corazón tenía. |
Hijos de Cus: Seba, Javilá, Sabtá, Ragama y Sabteca. Hijos de Ragama: Sabá y Dedán.
Jocsán fue el padre de Sabá y Dedán. Los descendientes de Dedán fueron los asureos, los letuseos y los leumeos.
En efecto, fue más sabio que nadie: más que Etán, el ezraíta, y más que Hemán, Calcol y Dardá, los hijos de Majol. Por eso la fama de Salomón se difundió por todas las naciones vecinas.
Salomón, hijo de David, consolidó su reino, pues el Señor su Dios estaba con él y lo hizo muy poderoso.
por tanto, sabiduría y conocimiento te daré. Pero además voy a darte riquezas, bienes y esplendor, como nunca los tuvieron los reyes que te precedieron ni los tendrán los que habrán de sucederte.
y él respondió a todas sus preguntas. No hubo ningún asunto, por difícil que fuera, que Salomón no pudiera resolver.
Luego la reina le regaló a Salomón ciento veinte talentos de oro, piedras preciosas y gran cantidad de perfumes. Jamás volvió a haber perfumes como los que la reina de Sabá obsequió al rey Salomón.
Que le paguen tributo los reyes de Tarsis y de las costas remotas; que los reyes de Sabá y de Seba le traigan presentes.
¡Que viva el rey! ¡Que se le entregue el oro de Sabá! Que se ore por él sin cesar; que todos los días se le bendiga.
para discernir el proverbio y la parábola, los dichos de los sabios y sus enigmas.
Te llenarás con caravanas de camellos, con dromedarios de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá, cargando oro e incienso y proclamando las alabanzas del Señor.
Camada de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca.
La reina del Sur se levantará en el día del juicio y condenará a esta generación; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí tienen ustedes a uno más importante que Salomón.
Él respondió: —A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos; pero a ellos no.
Así se cumplió lo dicho por el profeta: «Hablaré por medio de parábolas; revelaré cosas que han estado ocultas desde la creación del mundo».
Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y presentaron como regalos: oro, incienso y mirra.
La reina del Sur se levantará en el día del juicio y condenará a esta generación; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí tienen ustedes a uno más importante que Salomón.
—No, mi señor; no he bebido vino ni cerveza. Soy solo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor.