»Haré de ti una nación grande y te bendeciré; haré famoso tu nombre y serás una bendición.
2 Crónicas 26:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Los amonitas fueron tributarios de Uzías; este llegó a tener tanto poder que su fama se difundió hasta la frontera de Egipto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dieron los amonitas presentes a Uzías, y se divulgó su fama hasta la frontera de Egipto; porque se había hecho altamente poderoso. Biblia Nueva Traducción Viviente Los meunitas le pagaban un tributo anual, y la fama del rey se extendió incluso hasta Egipto, porque había llegado a ser muy poderoso. Biblia Católica (Latinoamericana) Los maonitas pagaron tributo a Ozías y su fama llegó hasta la frontera de Egipto porque se había hecho sumamente poderoso. La Biblia Textual 3a Edicion Y los amonitas pagaron tributo a Uzías, y su fama se extendió hasta la entrada de Egipto, pues se había hecho sumamente fuerte. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los amonitas pagaban tributo a Ozías; y su fama llegó hasta la frontera de Egipto, porque se había hecho muy poderoso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los amonitas dieron presentes a Uzías, y se divulgó su nombre hasta la entrada de Egipto; porque se había hecho altamente poderoso. |
»Haré de ti una nación grande y te bendeciré; haré famoso tu nombre y serás una bendición.
La hija menor también tuvo un hijo, a quien llamó Ben Amí, padre de los actuales amonitas.
La fama de David creció aún más cuando regresó victorioso del valle de la Sal, donde aniquiló a dieciocho mil edomitas.
También derrotó a los moabitas, a quienes obligó a tenderse en el suelo y midió con un cordel; a los que cabían a lo largo de dos medidas los condenó a muerte, pero dejó con vida a los que quedaban dentro de la medida siguiente. Fue así como los moabitas pasaron a ser vasallos tributarios de David.
En efecto, fue más sabio que nadie: más que Etán, el ezraíta, y más que Hemán, Calcol y Dardá, los hijos de Majol. Por eso la fama de Salomón se difundió por todas las naciones vecinas.
La fama de David se extendió por todas las regiones, y el Señor hizo que todos los pueblos le tuvieran miedo.
Aun algunos filisteos llevaron a Josafat, como tributo, regalos y plata. Los árabes también le llevaron siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.
Después de esto, los moabitas, los amonitas y algunos de los meunitas le declararon la guerra a Josafat
Uzías también construyó y fortificó torres en Jerusalén, sobre la puerta de la Esquina y la puerta del Valle y en el ángulo del muro.
Jotán declaró la guerra al rey de los amonitas y lo venció. Durante tres años consecutivos, los amonitas tuvieron que pagarle un tributo anual de cien talentos de plata, diez mil coros de trigo y diez mil coros de cebada.
Su fama se extendió por toda Siria y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba.
Cuando lleguen a la frontera de los amonitas, no los ataquen ni los provoquen a la guerra, porque no daré a ustedes ninguna porción de su territorio. Esa tierra se la he dado por herencia a los descendientes de Lot».
Najás, el amonita, subió contra Jabés de Galaad y la sitió. Los habitantes de la ciudad le dijeron: —Haz un pacto con nosotros y seremos tus siervos.