Bajo el mando de estos había un ejército bien entrenado, compuesto por trescientos siete mil quinientos soldados, que combatían con mucho valor para apoyar al rey en su lucha contra los enemigos.
2 Crónicas 26:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 A ese ejército Uzías lo dotó de escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Uzías preparó para todo el ejército escudos, lanzas, yelmos, coseletes, arcos, y hondas para tirar piedras. Biblia Nueva Traducción Viviente Uzías proveyó a todo el ejército de escudos, lanzas, cascos, cotas de malla, arcos y piedras para hondas. Biblia Católica (Latinoamericana) Ozías proporcionó a todo aquel ejército escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas para tirar piedras. La Biblia Textual 3a Edicion Y Uzías preparó para ellos, para todo el ejército, escudos, lanzas, yelmos, corazas y arcos, así como hondas para tirar piedras.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Preparó Ozías para todo el ejército escudos y lanzas, yelmos y corazas, arcos y piedras para las hondas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Uzías aprestó para todo el ejército, escudos, lanzas, almetes, coseletes, arcos y hondas para tirar piedras. |
Bajo el mando de estos había un ejército bien entrenado, compuesto por trescientos siete mil quinientos soldados, que combatían con mucho valor para apoyar al rey en su lucha contra los enemigos.
Construyó en Jerusalén unas máquinas diseñadas por hombres ingeniosos, y las colocó en las torres y en las esquinas de la ciudad para disparar flechas y piedras de gran tamaño. Con una ayuda portentosa, Uzías llegó a ser muy poderoso y su fama se extendió hasta muy lejos.
con una abertura en el centro para meter la cabeza. Alrededor de la abertura le pondrás un refuerzo tejido, como el que se pone a los chalecos, para que no se desgarre.
¡Ensillen los caballos, monten los corceles! ¡Alístense, pónganse los cascos! ¡Afilen las lanzas, vístanse las corazas!
Entre todos ellos había setecientos soldados escogidos que eran zurdos, todos ellos capaces de lanzar con la honda una piedra contra un cabello, sin errar.
Metiendo la mano en su bolsa sacó una piedra y con la honda se la lanzó al filisteo, hiriéndolo en la frente. Con la piedra incrustada entre ceja y ceja, el filisteo cayó de bruces al suelo.