Además, desde Jerusalén llevó Absalón a doscientos invitados, los cuales lo acompañaron de buena fe y sin sospechar nada.
2 Crónicas 18:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Sin embargo, alguien disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel entre las piezas de su armadura. El rey ordenó al que conducía su carro: «Da la vuelta y sácame del campo de batalla, pues me han herido». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas disparando uno el arco a la ventura, hirió al rey de Israel entre las junturas y el coselete. Él entonces dijo al cochero: Vuelve las riendas, y sácame del campo, porque estoy mal herido. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, un soldado arameo disparó una flecha al azar hacia las tropas israelitas e hirió al rey de Israel entre las uniones de su armadura. «¡Da la vuelta y sácame de aquí! —dijo Acab entre quejas y gemidos al conductor del carro—. ¡Estoy gravemente herido!». Biblia Católica (Latinoamericana) Sucedió que uno de los soldados arameos disparó su arco sin saber a quién apuntaba, hiriendo al rey de Israel, por entre las hombreras y la coraza. El rey dijo al que guiaba su carro: 'Date vuelta y sácame de la batalla, porque me siento malherido. La Biblia Textual 3a Edicion Y un hombre tiró con el arco a la ventura, e hirió al rey de Israel entre las junturas de la armadura, por lo que dijo al auriga: ¡Vuelve tu mano° y sácame del campo, que estoy herido! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Un hombre disparó al azar su arco e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la coraza. El rey dijo entonces al auriga: 'Da la vuelta y sácame del campo de batalla, porque estoy herido'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas disparando uno el arco a la ventura, hirió al rey de Israel entre las junturas y el coselete. Él entonces dijo al carretero: Vuelve tu mano, y sácame del campo, porque estoy mal herido. |
Además, desde Jerusalén llevó Absalón a doscientos invitados, los cuales lo acompañaron de buena fe y sin sospechar nada.
Entonces los comandantes de los carros vieron que no era el rey de Israel y dejaron de perseguirlo.
Todo el día arreció la batalla y al rey de Israel se mantuvo de pie en su carro frente a los arameos hasta el atardecer, entonces murió al ponerse el sol.
Como los arqueros le dispararon, el rey Josías dijo a sus servidores: «Sáquenme de aquí, porque estoy gravemente herido».