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2 Corintios 4:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nosotros, pues, no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; porque las cosas visibles duran un momento, pero las invisibles son para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

no poniendo nuestra mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Nosotros no aspiramos a estas cosas que se ven, sino a las que no se ven. Porque las que se ven son efímeras, pero las que no se ven son eternas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

no mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.

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Lòt tradiksyon



2 Corintios 4:18
12 Referans Kwoze  

»Aquellos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».


En efecto, vivimos por fe, no por vista.


Que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, que nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una buena esperanza,


Ahora bien, la fe es tener confianza en lo que esperamos, es tener certeza de lo que no vemos.


Todos ellos vivieron por la fe y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las miraron y les dieron la bienvenida desde la distancia. También confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.


Pero Cristo, al presentarse como sumo sacerdote de los bienes definitivos en el santuario más excelente y perfecto, no hecho por manos humanas (es decir, que no es de esta creación),


Esta es la promesa que él nos dio: la vida eterna.