Cuando amaneció, me levanté para amamantar a mi hijo, ¡y me di cuenta de que estaba muerto! Pero, al clarear el día, lo observé bien y pude ver que no era el hijo que yo había dado a luz».
1 Reyes 3:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 —¡No es cierto! —exclamó la otra mujer—. ¡El niño que está vivo es el mío y el muerto es el tuyo! —¡Mientes! —insistió la primera—. El niño muerto es el tuyo y el que está vivo es el mío. Y se pusieron a discutir delante del rey. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la otra mujer interrumpió: —Claro que era tu hijo, y el niño que está vivo es el mío. —¡No! —dijo la mujer que habló primero—, el niño que está vivo es el mío y el que está muerto es el tuyo. Así discutían sin parar delante del rey. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese momento la otra mujer se puso a gritar: '¡Mi hijo es el que está vivo y el tuyo es el que está muerto!' Y la primera replicó: '¡No es cierto, tu hijo es el que está muerto y el mío está vivo!' Y ambas discutían en presencia del rey. La Biblia Textual 3a Edicion Pero la otra mujer replicó: ¡No! Sino que mi hijo es el vivo y tu hijo el muerto. Y la otra volvió a decir: ¡No! ¡Tu hijo es el muerto y mi hijo el vivo! Y disputaban muchísimo° delante del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Replicó la otra mujer: 'No es verdad. Mi hijo es el que está vivo, y el tuyo el que está muerto'. Pero la primera decía: 'No es cierto. Tu hijo es el muerto, y el mío es el vivo'. Y así discutían en presencia del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey. |
Cuando amaneció, me levanté para amamantar a mi hijo, ¡y me di cuenta de que estaba muerto! Pero, al clarear el día, lo observé bien y pude ver que no era el hijo que yo había dado a luz».