Un tiempo después sucedió lo siguiente: Nabot, el jezrelita, tenía un viñedo en Jezrel, el cual colindaba con el palacio de Acab, rey de Samaria.
1 Reyes 18:46 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Entonces el poder del Señor vino sobre Elías, quien se ajustó el manto con el cinturón, se echó a correr y llegó a Jezrel antes que Acab. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor le dio una fuerza extraordinaria a Elías, quien se sujetó el manto con el cinturón y corrió delante del carro de Acab todo el camino, hasta la entrada de Jezreel. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces la mano de Yavé se posó sobre Elías; éste se apretó el cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Yizreel. La Biblia Textual 3a Edicion Pero la mano de YHVH estuvo sobre Elías, de modo que ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta la entrada de Jezreel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La mano de Yahveh se posó sobre Elías, quien se ciñó la cintura y fue corriendo delante de Ajab hasta la entrada de Yizreel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la mano de Jehová fue sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y vino corriendo delante de Acab hasta llegar a Jezreel. |
Un tiempo después sucedió lo siguiente: Nabot, el jezrelita, tenía un viñedo en Jezrel, el cual colindaba con el palacio de Acab, rey de Samaria.
—Llevaba puesto un manto de piel y tenía un cinturón de cuero atado a la cintura —contestaron ellos. —¡Ah! ¡Era Elías el tisbita! —exclamó el rey.
En fin, ¡que me traigan un músico! Mientras el músico tañía el arpa, la mano del Señor vino sobre Eliseo
Eliseo ordenó a Guiezi: —Arréglate la ropa, toma mi bastón y ponte en camino. Si te encuentras con alguien, no lo saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Y cuando llegues, coloca el bastón sobre la cara del niño.
Un día, el profeta Eliseo llamó a un miembro de la comunidad de los profetas. «Arréglate la ropa para viajar —le ordenó—. Toma este frasco de aceite y ve a Ramot de Galaad.
Decidida se ciñe la cintura, pues sus brazos están fuertes para el trabajo.
El Señor me habló fuertemente y me advirtió que no siguiera el camino de este pueblo. Me dijo:
»Pero tú, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No estés aterrorizado ante ellos, pues de lo contrario te aterrorizaré ante ellos.
En este tiempo, mientras el sacerdote Ezequiel, hijo de Buzí, estaba a orillas del río Quebar, en la tierra de los babilonios, el Señor le dirigió la palabra y su mano estaba sobre él.
El Espíritu me levantó y se apoderó de mí. Y me fui amargado y enardecido en mi espíritu, mientras la mano del Señor me sujetaba con fuerza.
—Del césar —respondieron. —Entonces —dijo Jesús—, denle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.
Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia
Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.
Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey.