Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




1 Crónicas 12:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

el jefe Ajiezer y Joás, que eran hijos de Semá de Guibeá; Jeziel y Pélet hijos de Azmávet; Beracá y Jehú, oriundos de Anatot;

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; Jeziel y Pelet hijos de Azmavet, Beraca, Jehú anatotita,

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

El jefe era Ahiezer, hijo de Semaa, de Guibeá; su hermano Joás era el segundo en autoridad. Los otros guerreros fueron los siguientes: Jeziel y Pelet, hijos de Azmavet; Beraca; Jehú de Anatot;

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ajiezer, el jefe y Joás, hijos de Semá, de Guibeá; Jeziel y Pélet, hijos de Azmavet; Bereká y Jehú, de Anatot;'

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; Jeziel y Pelet hijos de Azmavet, Beraca, Jehú anatotita,

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ajiezer, el jefe, y Joás, hijos de Semaá, de Guibeá; Yeziel y Pélet, hijos de Azmávet; Beraca y Jehú, de Anatot;

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa el gabaatita; y Jeziel, y Pelet, hijos de Azmavet, y Beraca, y Jehú el anatotita;

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



1 Crónicas 12:3
8 Referans Kwoze  

Por eso pedimos que se nos entreguen siete hombres de los descendientes de Saúl, a quien el Señor escogió, para colgarlos en presencia del Señor en Guibeá de Saúl. —Se los entregaré —prometió el rey.


Abí Albón, el arbatita; Azmávet, el bajurinita;


Irá, hijo de Iqués, el tecoíta; Abiezer, el anatotita;


Azmávet, el bajurinita; Elijaba, el salbonita;


Eran arqueros que podían lanzar piedras y disparar flechas con ambas manos. De los benjamitas parientes de Saúl:


Ismaías, el gabaonita, que era uno de los treinta guerreros y jefe de ellos; Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad de Guederá,


El cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, y alabaron al Señor; por eso llamaron a ese lugar el valle de Beracá, nombre con el que hasta hoy se le conoce.


Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá, que era la ciudad de Saúl, y comunicaron el mensaje al pueblo, todos se echaron a llorar.