Toda la tierra que contemplas te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
Jeremías 32:22 - La Palabra (versión española) Les diste esta tierra, que habías jurado dar a sus antepasados, una tierra que mana leche y miel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y les diste esta tierra, de la cual juraste a sus padres que se la darías, la tierra que fluye leche y miel; Biblia Nueva Traducción Viviente Le diste al pueblo de Israel esta tierra que habías prometido hace mucho tiempo a sus antepasados, tierra donde fluyen la leche y la miel. Biblia Católica (Latinoamericana) Después tú le diste esta tierra, que habías prometido con juramento a sus padres, tierra de donde brota leche y miel. La Biblia Textual 3a Edicion y les diste esta tierra, la cual juraste a sus padres que les darías: tierra que fluye leche y miel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y les diste este país, que habías jurado dar a sus padres, país que mana leche y miel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y les diste esta tierra, de la cual juraste a sus padres que se la darías, tierra que fluye leche y miel; |
Toda la tierra que contemplas te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
El Señor, Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de mi país de origen, que habló conmigo y juró dar esta tierra a mi descendencia, enviará su mensajero delante de ti para que tomes allí esposa para mi hijo.
Un día, José dijo a sus hermanos: —Mi fin está cerca, pero Dios vendrá a ayudaros y os llevará de este país a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob.
Para su hambre, les diste pan del cielo; para su sed, agua brotada de la peña. Les dijiste que entraran a poseer la tierra, que habías jurado solemnemente regalarles.
En este mismo mes, cuando el Señor te haya introducido en la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, jeveos y jebuseos, una tierra que mana leche y miel y que te daré porque así lo prometió a tus antepasados, entonces celebraréis el siguiente rito:
así que he determinado acabar con vuestras penalidades y llevaros al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel».
Ahora he decidido librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país para conducirlos a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos.
Y así mantendré el juramento que hice a vuestros antepasados de darles una tierra que mana leche y miel, como sucede ahora. Yo respondí: —Amén, Señor.
Y volví a jurar solemnemente en el desierto que no los conduciría a la tierra que había pensado darles, una tierra que mana leche y miel, una joya entre todos los países.
Aquel día juré solemnemente que los sacaría del país de Egipto y los conduciría a una tierra que había elegido para ellos, una tierra que mana leche y miel, una joya entre todos los países.
«El Señor no ha podido introducir a este pueblo en la tierra que había jurado darles; por eso los ha aniquilado en el desierto».
ninguno entrará en la tierra en la que juré solemnemente estableceros; con la única excepción de Caleb, hijo de Jefuné, y de Josué, hijo de Nun.
«Nadie de esta generación perversa verá esta tierra fértil que juré dar a vuestros antepasados.
¡Mirad! Yo os he entregado el país; ahora entrad y tomad posesión de la tierra que el Señor os prometió según juró a vuestros antepasados, Abrahán, Isaac y Jacob, y a sus descendientes.
Y cuando el Señor tu Dios te introduzca en la tierra que él te dará, porque así lo juró a tus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob, allí encontrarás ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste;
Haz lo que el Señor aprueba como recto y bueno, así serás dichoso y tomarás posesión de la fértil tierra que el Señor prometió a tus antepasados,
Y nos sacó de allí para conducirnos y darnos la tierra que prometió a nuestros antepasados.
Te amará, te bendecirá y te multiplicará. Bendecirá el fruto de tus entrañas y el fruto de tu tierra —tu trigo, tu vino y tu aceite— y las crías de tus vacas y tus ovejas, en la tierra que te dará como juró a tus antepasados.
Cumplid cuidadosamente todos los estatutos que hoy os prescribo, para que viváis y lleguéis a ser un pueblo numeroso y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor os prometió según juró a vuestros antepasados.
Pórtate, pues, con fortaleza y valentía porque vas a ser tú quien darás a este pueblo la posesión de la tierra que juré dar a sus antepasados.
El Señor dio a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus antepasados. Los israelitas la ocuparon y se establecieron en ella.