Elías, natural de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: —Te juro por el Señor, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos años no habrá lluvia ni rocío, hasta que yo lo ordene.
Jeremías 28:8 - La Palabra (versión española) Desde siempre, los profetas que nos precedieron a ti y a mí profetizaron a numerosos países y grandes reinos, anunciando guerras, desastres y peste. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron guerra, aflicción y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos. Biblia Nueva Traducción Viviente Los profetas antiguos que nos precedieron hablaron en contra de muchas naciones y advirtieron siempre la llegada de guerra, desastre y enfermedad. Biblia Católica (Latinoamericana) Los profetas que nos han precedido desde hace mucho tiempo, predijeron a muchos países y a grandes naciones guerra, hambre y peste. La Biblia Textual 3a Edicion Los profetas que han hablado desde antiguo antes de mí y de ti, profetizaron° contra muchos países y contra grandes reinos, sobre guerras, calamidades y pestilencias. Biblia Serafín de Ausejo 1975 los profetas que hubo antes de mí y de ti, desde siempre, han profetizado guerra, hambre y peste contra países poderosos y contra grandes reinos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron sobre muchas tierras y grandes reinos, de guerra, y de aflicción, y de pestilencia. |
Elías, natural de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: —Te juro por el Señor, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos años no habrá lluvia ni rocío, hasta que yo lo ordene.
Entonces Miqueas dijo: —He visto a todo Israel disperso por los montes como un rebaño sin pastor y el Señor decía: No tienen dueño; que vuelvan en paz a sus casas.
El rey de Israel le respondió: —Sí, aún queda alguien a través del cual podemos consultar al Señor: Miqueas, el hijo de Jimlá. Pero yo lo detesto, porque no me profetiza venturas, sino desgracias. Josafat le dijo: —El rey no debe hablar así.
sus arcos acribillan a los jóvenes, no se apiadan del fruto del vientre, miran sin compasión a los niños.
Palabras que Amós, uno de los pastores de Tecoa, recibió sobre Israel en visión profética en tiempos de Ozías, rey de Judá, y de Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
Decía: Ruge el Señor desde Sion, desde Jerusalén levanta su voz; las praderas de los pastores se agostan, está reseca la cumbre del Carmelo.