¡Cómo divierten los chismes, pero cuánto daño causan!
Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas.
Los rumores son deliciosos bocaditos que penetran en lo profundo del corazón.
Las palabras del mendigo son como golosinas; se deslizan suavemente hasta el fondo de las entrañas.
Las palabras del chismoso son manjares, Que penetran hasta el fondo de sus entrañas.
Las palabras del denigrante son golosinas que descienden al fondo de las entrañas.
Las palabras del chismoso son como estocadas, y penetran hasta lo más profundo del vientre.
El que habla sin pensar hiere como un cuchillo el que habla sabiamente sabe sanar la herida.
El malvado provoca peleas, el chismoso causa divisiones.
Las palabras del necio son su ruina, con ellas pone su vida en peligro.
El vago y el destructor son tal para cual.
No acuséis en falso a ninguno de vuestros paisanos ni pongáis en peligro la vida de nadie. Yo soy vuestro Dios.