Esto es lo que Dios dice: «¿Existe, israelitas, un documento en el que diga que yo os he rechazado? Si os abandoné y os vendí como esclavos, no fue para pagar ninguna deuda; lo hice a causa de vuestros pecados.
Oseas 4:5 - Biblia Lenguaje Básico De día y de noche pecan, tanto sacerdotes como profetas; ¡por eso destruiré a su descendencia! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que tropezarán en plena luz del día, y sus falsos profetas caerán con ustedes durante la noche. Y destruiré a su madre, Israel. Biblia Católica (Latinoamericana) Tropezarás en pleno día y contigo tropezará el profeta en la noche, pues haré callar sus oráculos. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, tropezarás en pleno día, Y junto con el profeta tropezarás en la noche. Biblia Serafín de Ausejo 1975 caerás tú de día, y contigo caerá el profeta en la noche. Yo haré perecer a tu madre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, caerás en el día, y el profeta caerá también contigo por la noche; y a tu madre destruiré. |
Esto es lo que Dios dice: «¿Existe, israelitas, un documento en el que diga que yo os he rechazado? Si os abandoné y os vendí como esclavos, no fue para pagar ninguna deuda; lo hice a causa de vuestros pecados.
Las viudas eran tantas como granos de arena hay en el mar. Contra las madres con hijos jóvenes hice que llegara la muerte en pleno día, envié contra ellas la angustia y el terror.
En cuanto a los profetas esto es lo que yo, Jeremías, tengo que decirles: Dios me ha dado un mensaje especial. Por eso siento un dolor profundo y me tiembla todo el cuerpo; me siento como un borracho, como alguien que ha bebido mucho vino.
ahora que vuestra nación ha quedado humillada, convertida en la última de las naciones y hecha un desierto solitario!
Ezequiel, hombre mortal, ¿cómo voy a dejar que me consulten estos hombres, si no piensan más que en hacer lo malo y en adorar a los ídolos?
Ese día será grandioso, pues la gente de Judá y de Israel volverá a Jerusalén de todas partes; se reunirán de nuevo en una nación y tendrán un solo rey.
Si no lo hace, la desnudaré y la dejaré tal como vino al mundo. La convertiré en estéril, será como un desierto en el que morirá de sed.
Sois tan malos y orgullosos que acabaréis por ser destruidos; y lo mismo pasará con Judá.
Como yo perdí la paciencia con esos pastores y ellos se cansaron de mí, en un mes despedí a tres.
Ese día borraré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más serán recordados. Acabaré también con sus profetas, que hablaban guiados por malos espíritus.
En cambio Sara representa al nuevo pacto, por el cual pertenecemos a la Jerusalén del cielo, la ciudad que es nuestra madre y en la que todos somos libres.