Lo que Dios nos ha prohibido es comer o incluso tocar el fruto del árbol que hay en medio del jardín, porque moriríamos. Pero la serpiente dijo a la mujer:
Números 17:13 - Biblia Lenguaje Básico Aarón se colocó entre la gente que ya estaba muerta y la que todavía estaba viva, hasta que cesó el castigo de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos? Biblia Nueva Traducción Viviente Cualquiera que tan siquiera se acerque al tabernáculo del Señor morirá. ¿Acaso estamos todos condenados a morir?». Biblia Católica (Latinoamericana) se paró en medio de los muertos y de los vivos, y el flagelo se detuvo. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Cualquiera que se acerca al Tabernáculo de YHVH muere! ¿Acabaremos pereciendo todos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se situó entre los muertos y los vivos y el azote cesó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cualquiera que viene y se acerca al tabernáculo de Jehová ha de morir; ¿hemos de perecer todos? |
Lo que Dios nos ha prohibido es comer o incluso tocar el fruto del árbol que hay en medio del jardín, porque moriríamos. Pero la serpiente dijo a la mujer:
Luego construyó allí un altar para Dios y en él ofreció sacrificios de animales y otras ofrendas. Entonces Dios escuchó sus ruegos, tuvo piedad del país e hizo que cesara la peste en Israel.
Por eso, ¡dejad ya de burlaros, no sea que os vaya peor! Pues el Dios todopoderoso ha resuelto destruir todo el país.
—Alejaos de las tiendas de esos malvados y ni siquiera toquéis nada suyo, no sea que por su culpa muráis también vosotros.
Dios dijo a Aarón: —Cuando los israelitas cometan algún pecado contra el santuario, tú y tus descendientes, y los demás descendientes de Leví, seréis los responsables de ello. Y seréis también los responsables de los pecados cometidos de vuestro servicio como sacerdotes.
fue a la tienda de ese israelita y atravesó con su lanza al israelita y a la madianita. Así se detuvo el castigo de Dios contra Israel,
Fue tan grande la ira de Dios que durante cuarenta años hizo que los israelitas dieran vueltas por el desierto, hasta que todos los desobedientes murieron.
Al oír esto, Ananías cayó muerto allí mismo. Entonces unos muchachos envolvieron el cuerpo de Ananías y lo llevaron a enterrar. Y todos los que se enteraron del suceso se llenaron de miedo.
Pero ahora vosotros, que estabais lejos de Dios, os habéis acercado a él pues estáis unidos a Jesucristo por medio de su muerte en la cruz.