Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si queréis ser mis discípulos, os tenéis que olvidar de hacer vuestra propia voluntad. Tenéis que estar dispuestos a cargar con vuestra propia cruz y a seguirme.
Mateo 4:19 - Biblia Lenguaje Básico Jesús les dijo: —Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús los llamó: 'Síganme, y yo los haré pescadores de hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Les dice: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y les dijo: 'Venid conmigo y os haré pescadores de hombres'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les dijo: Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores de hombres. |
Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si queréis ser mis discípulos, os tenéis que olvidar de hacer vuestra propia voluntad. Tenéis que estar dispuestos a cargar con vuestra propia cruz y a seguirme.
Jesús le dijo: —Si quieres ser perfecto, vende todo lo que tienes y da el dinero a los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Luego ven y conviértete en uno de mis seguidores.
Jesús pasaba por la orilla del lago de Galilea cuando vio a dos hermanos que eran pescadores: Simón Pedro y Andrés. Mientras pescaban con sus redes,
En ese mismo instante, Pedro y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús.
Jesús le contestó: —Sígueme, lo importante es que tú vengas conmigo ahora mismo. ¡Deja que los muertos entierren a sus muertos!
Cuando Jesús salió de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para el gobierno de Roma. Entonces Jesús le dijo: —Sígueme. Mateo se levantó y lo siguió.
Luego, mientras caminaban, Jesús vio a Leví hijo de Alfeo, sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: —Sígueme. Leví se levantó enseguida y lo siguió.
Después de esto, Jesús se fue de aquel lugar. En el camino vio a un hombre llamado Leví, que estaba sentado en lugar donde se cobran los impuestos para el gobierno de Roma. Jesús le dijo: —Sígueme.
Después Jesús dijo a otro: —¡Sígueme! Pero él respondió: —Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre.
Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Allí encontró a Felipe, que era de Betsaida, el pueblo donde vivían Andrés y Pedro. Jesús dijo a Felipe: —Sígueme.
Si alguno quiere servirme, que me siga y donde yo esté, allí estará también el que me sirva, y mi Padre le premiará.
Jesús le contestó: —Si yo quiero que él viva hasta que yo regrese, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.
Sabéis que no quise que os preocuparais por darme dinero. Sin embargo, hay quienes dicen que, con mucha astucia, os hice caer en una trampa.