Mateo 15:11 - Biblia Lenguaje Básico No es la comida que entra por la boca lo que os hace impuros delante de Dios. Lo que os hace impuros es lo que sale del interior de cada uno. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Lo que entra por la boca no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por las palabras que salen de la boca». Biblia Católica (Latinoamericana) Lo que entra por la boca no hace impura a la persona, pero sí mancha a la persona lo que sale de su boca. La Biblia Textual 3a Edicion No es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, eso contamina al hombre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 no lo que entra por la boca contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, eso contamina al hombre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No lo que entra en la boca contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. |
¿A quién has insultado y ofendido? ¿Contra quién has levantado tu voz y alzado tu mirada altiva? Ha sido contra mí, que soy el Santo de Israel.
Entonces los discípulos de Jesús se acercaron y le dijeron: —A los fariseos no les ha gustado lo que has dicho y se han sentido ofendidos.
La comida que entra por la boca no os hace impuros ante Dios. Lo que os hace impuros es lo que sale del interior de cada uno.
A mí, nuestro Señor Jesús me ha enseñado que ningún alimento es malo en sí mismo. Pero si alguien piensa que alguna comida no se debe comer, entonces no debe comerla.
En el reino de Dios no importa lo que se come ni lo que se bebe. Más bien, lo que importa es hacer el bien, viviendo en paz y con alegría. Y todo esto puede hacerse por medio del Espíritu Santo.
No permitáis que, por insistir en lo que se debe o no se debe comer, se arruine todo lo bueno que Dios ha hecho con nosotros. La verdad es que toda comida es buena; lo que no debe suceder es que por comer algo, se haga que otro hermano deje de creer en Dios.
Esa gente prohíbe casarse y comer ciertos alimentos. Pero Dios creó todos los alimentos para que quienes creemos en él y conocemos la verdad los disfrutemos y le demos gracias por ellos. Los creó para todos los que confiamos en él y conocemos la verdad.
Para los que tienen limpia la conciencia todo es bueno. Pero para los que están manchados por el pecado y no tienen fe, nada es bueno, pues tienen manchada la mente y la conciencia.
Por eso, no hagáis caso de enseñanzas extrañas que no tienen nada que ver con lo que Jesucristo nos enseñó. Esas reglas acerca de lo que se debe comer y de lo que no se debe comer, nunca han ayudado a nadie. Lo verdaderamente importante es que Dios nos fortalezca con su gracia.
Porque ellos, para impresionar a la gente, dicen cosas bonitas que, en realidad, no sirven para nada. Prometiendo disfrutar de los placeres carnales, tratan de engañar a los que con mucho esfuerzo apenas han logrado alejarse del pecado.