—¿De quién pensáis que es descendiente el Mesías? Ellos respondieron: —Del rey David.
Lucas 9:20 - Biblia Lenguaje Básico Después Jesús les preguntó: —Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Quién soy yo? Pedro contestó: —Tú eres el Mesías que Dios ha enviado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces les preguntó: —Y ustedes, ¿quién dicen que soy? Pedro contestó: —¡Tú eres el Mesías enviado por Dios! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces les preguntó: 'Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?' Pedro respondió: 'Tú eres el Cristo de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy Yo? Respondiendo Pedro, dijo: El Ungido de Dios.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les dijo: 'Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo?'. Tomando la palabra Pedro, dijo: 'El Cristo de Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy yo? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios. |
—¿De quién pensáis que es descendiente el Mesías? Ellos respondieron: —Del rey David.
Pero Jesús no respondió nada. Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo: —Te lo pido en el nombre del Dios que vive para siempre: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?
Si saludáis solo a vuestros amigos, no hacéis nada extraordinario. Hasta los que no creen en Dios hacen eso.
Pero Jesús no respondía nada, sino que se quedó callado. El jefe de los sacerdotes volvió a preguntarle: —¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios que todos adoran?
Entonces Jesús les preguntó: —Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Quién soy yo? Pedro contestó: —Tú eres el Mesías.
—Dinos, ¿eres tú el Mesías? Él les contestó: —Si os digo que sí, no me vais a creer
Los discípulos contestaron: —Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros dicen que eres el profeta Elías; otros dicen que eres alguno de los antiguos profetas, que ha resucitado.
Lo primero que hizo Andrés fue buscar a su hermano Simón. Cuando lo encontró, le dijo: —¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!
Entonces Natanael respondió: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!
Marta le respondió: —Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que debía venir al mundo.
Pero lo que aquí se ha escrito es para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que así, creyendo en él, recibáis la vida eterna.
—Venid a ver a un hombre que ha adivinado todo lo que he hecho en la vida. ¡Podría ser el Mesías!
hasta el punto de decir a la mujer: —Ahora creemos, no por lo que tú nos has dicho, sino porque nosotros mismos le hemos oído y sabemos que en verdad él es el Salvador del mundo.
Otros decían: —Este hombre es el Mesías. Pero algunos decían: —El Mesías no puede venir de la región de Galilea.
les explicaba y demostraba por medio de las Escrituras, que el Mesías tenía que morir y resucitar de entre los muertos. Y añadía: —Pues bien, Jesús a quien yo os anuncio, es el Mesías.
En el camino, al pasar por un lugar donde había agua, el ministro dijo de pronto: —¡Aquí hay agua! ¿No podrías bautizarme ahora?
Pero Saulo con más valor cada día, y con argumentos firmes demostraba a los judíos que vivían en Damasco, que Jesús era el Mesías.
Si creemos que Jesús es el Mesías, entonces somos hijos de Dios. Y recordemos que, si amamos al Padre, también debemos amar a los hijos de ese mismo Padre.