Felipe, Bartolomé, Tomás y Mateo, el cobrador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo;
Lucas 5:27 - Biblia Lenguaje Básico Después de esto, Jesús se fue de aquel lugar. En el camino vio a un hombre llamado Leví, que estaba sentado en lugar donde se cobran los impuestos para el gobierno de Roma. Jesús le dijo: —Sígueme. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Biblia Nueva Traducción Viviente Tiempo después, al salir de la ciudad, Jesús vio a un cobrador de impuestos llamado Leví sentado en su cabina de cobrador. «Sígueme y sé mi discípulo», le dijo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Al salir, Jesús vio a un cobrador de impuestos, llamado Leví, que estaba sentado en el puesto donde cobraba. Jesús le dijo: 'Sígueme. La Biblia Textual 3a Edicion Después de estas cosas, salió y observó a un publicano de nombre Leví, sentado en el lugar de los impuestos, y le dijo: ¡Sígueme! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, al salir, vio a un publicano, llamado Leví, en su despacho de cobrador de impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. |
Felipe, Bartolomé, Tomás y Mateo, el cobrador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo;
Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si queréis ser mis discípulos, os tenéis que olvidar de hacer vuestra propia voluntad. Tenéis que estar dispuestos a cargar con vuestra propia cruz y a seguirme.
Jesús le contestó: —Sígueme, lo importante es que tú vengas conmigo ahora mismo. ¡Deja que los muertos entierren a sus muertos!
Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananeo y
Jesús le respondió: —Solo te falta hacer una cosa: Vende todo lo que tienes, y dale ese dinero a los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Luego ven y conviértete en uno de mis seguidores.
Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Allí encontró a Felipe, que era de Betsaida, el pueblo donde vivían Andrés y Pedro. Jesús dijo a Felipe: —Sígueme.
Si alguno quiere servirme, que me siga y donde yo esté, allí estará también el que me sirva, y mi Padre le premiará.