La ciudad de Jerusalén será para mí motivo de alegría, de honor y de gloria ante todas las naciones de la tierra. Porque cuando vean todos los beneficios y toda la prosperidad que voy a concederle, quedarán asombradas y conmovidas.
Lucas 5:26 - Biblia Lenguaje Básico Todos quedaron admirados y llenos de temor comenzaron a alabar a Dios diciendo: —¡Qué cosas tan maravillosas hemos visto hoy! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas. Biblia Nueva Traducción Viviente El asombro se apoderó de todos, y quedaron pasmados. Y alababan a Dios exclamando: «¡Hoy hemos visto cosas maravillosas!». Biblia Católica (Latinoamericana) Todos quedaron atónitos y alababan a Dios diciendo: 'Hoy hemos visto cosas increíbles. Pues todos estaban sobrecogidos de un santo temor. La Biblia Textual 3a Edicion Y el estupor sobrecogió a todos, y glorificaban a Dios, y se llenaron de temor, diciendo: ¡Hoy hemos visto° cosas increíbles! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos quedaron como fuera de sí, glorificaban a Dios y, llenos de temor, exclamaban: '¡Hoy hemos visto cosas increíbles!' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas. |
La ciudad de Jerusalén será para mí motivo de alegría, de honor y de gloria ante todas las naciones de la tierra. Porque cuando vean todos los beneficios y toda la prosperidad que voy a concederle, quedarán asombradas y conmovidas.
Después de esto, se arrepentirán y volverán a obedecer a Dios, pedirán sus bendiciones y seguirán el ejemplo del rey David.
La gente estaba asombrada de lo que Jesús hacía y se preguntaba: —¿Será este el Mesías descendiente de David?
Las mujeres se alejaron rápidamente del sepulcro. Iban asustadas, pero al mismo tiempo llenas de alegría, así que corrieron a dar la noticia a los discípulos.
Al ver esto, la gente quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a los seres humanos.
En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, aquel hombre se levantó, tomó la camilla y salió de allí. Al verlo, todos se quedaron admirados y comenzaron a alabar a Dios diciendo: —¡Nunca habíamos visto nada como esto!
Todos los vecinos se quedaron impresionados, y en toda la región montañosa de Judea no se hablaba de otra cosa.
Al ver esto, Pedro se arrodilló delante de Jesús y le dijo: —¡Señor, apártate de mí, porque soy un pecador!
Al ver eso, la gente se llenó de temor y comenzó a alabar a Dios. Todos decían: —¡Hay un profeta entre nosotros! ¡Dios ha venido a salvarnos!
Entonces los habitantes de la región de Gerasa le rogaron a Jesús que se fuera de allí, porque tenían mucho miedo. Cuando Jesús subió a la barca para regresar a Galilea,
Los jefes de la Junta Suprema los amenazaron de nuevo con castigos, pero no tuvieron más remedio que soltarlos, pues todo el pueblo alababa a Dios por lo sucedido.