Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan. ¡Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones de la tierra!
Lucas 24:27 - Biblia Lenguaje Básico Luego Jesús les explicó todo lo que las Escrituras decían acerca de él. Empezó con los libros de la ley de Moisés y siguió con los libros de los profetas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús los guio por los escritos de Moisés y de todos los profetas, explicándoles lo que las Escrituras decían acerca de él mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas. La Biblia Textual 3a Edicion Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les explicó en todas las Escrituras las cosas referentes a Él mismo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y comenzando por Moisés, y continuando por todos los profetas, les fue interpretando todos los pasajes de la Escritura que se referían a él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, les declaró en todas las Escrituras lo concerniente a Él. |
Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan. ¡Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones de la tierra!
Haré que tú y la mujer, seáis enemigas; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un descendiente suyo te aplastará la cabeza y tú le morderás el talón.
Judá tendrá siempre en sus manos el cetro y el bastón de mando, hasta que llegue aquel a quien verdaderamente deben los pueblos obediencia.
También hiciste a David esta promesa que no dejarás de cumplir: «Uno de tus descendientes será rey;
Sus gobernantes son rebeldes y amigos de bandidos. A cambio de dinero y regalos declaran culpable al inocente. Maltratan al huérfano y niegan ayuda a las viudas.
Yo presenté mi espalda a quienes me golpeaban, ofrecí mis mejillas a los que me arrancaban la barba; y no me cubrí la cara cuando me escupían y se burlaban de mí.
Dios mismo os va a dar una señal: La joven está embarazada, y pronto tendrá un hijo, al que pondrá por nombre Emmanuel, es decir, «Dios con nosotros».
Dios está enfadado con su pueblo, pero yo confío en su bondad, y en él he puesto mi esperanza.
La gente que vivía en oscuridad vio una gran luz; una luz alumbró a los que estaban en tinieblas.
Mientras yo tenía esta visión, alguien parecido a un ser humano apareció entre las nubes y se acercó al anciano.
Los que de Israel quedemos con vida seremos entre las naciones como la lluvia que Dios envía: cae del cielo y riega la hierba sin la intervención humana. Seremos también como los leones cuando atacan un rebaño: atrapan a las ovejas y las destrozan, y no dejan que ninguna se escape.
Déjanos disfrutar de tu amor y fidelidad, porque así lo prometiste en tiempos pasados a Abrahán, a Jacob, y a todos nuestros antepasados.
Esto es lo que dice el Dios todopoderoso: Álzate, espada, contra mi pastor, contra aquel que me ayuda. Hiere al pastor y el rebaño se dispersará; incluso los más débiles serán golpeados.
¡Alégrate, ciudad de Jerusalén, salta de júbilo, monte de Sion! Porque tu rey viene hacia ti, montado sobre un burro, sobre un asno, hijo de asna. Es humilde, pero justo, y viene como vencedor.
Acerca de esto, en el Libro de las Guerras de Dios hay un texto que dice: Viajamos por Waheb, en el territorio de Sufa, y por los arroyos del río Arnón.
Solo hablaba por medio de parábolas, aunque cuando estaba a solas con sus discípulos, les explicaba todo con claridad.
Jesús les dijo: —¿Tan torpes sois que no podéis entender? ¿Por qué sois tan lentos para creer todo lo que enseñaron los profetas?
Después les dijo: —Recordad lo que os anticipé cuando estaba con vosotros; que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en los libros de la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.
Luego Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: —Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en las Escrituras, y del que también hablan los profetas. Es Jesús, natural de Nazaret e hijo de José.
Isaías escribió esto porque ya había visto el poder que Jesús iba a tener.
Mi Padre me ha enviado, y él también da testimonio en mi favor. Lo que pasa es que vosotros nunca habéis oído su voz, ni lo habéis visto cara a cara.
Estudiáis las Escrituras con mucho cuidado porque creéis que contienen vida eterna. Sin embargo, a pesar de que las Escrituras dan testimonio en mi favor,
De él hablaron los profetas, diciendo que solo los que crean en él podrán alcanzar el perdón de los pecados.
Pero Dios ya había anunciado, por medio de sus profetas, que el Mesías tendría que sufrir, y así ocurrió.
En efecto fue Moisés, quien dijo: «Vuestro Dios elegirá a uno de los vuestros, para que sea un profeta como yo. Escuchad todo lo que él os diga.
Samuel y todos los demás profetas anunciaron también las cosas que están pasando ahora.
Y fue también Moisés quien anunció a los israelitas: «Así como Dios me eligió a mí, también elegirá para vosotros un profeta como yo».
Felipe tomó la palabra y a partir de este pasaje de las Escrituras le explicó la buena noticia acerca de Jesús.
Vuestro Dios escogerá de entre vosotros a un hombre, que será profeta como yo y al que deberéis escuchar.
Entonces me arrodillé a los pies del ángel para adorarle, pero él me dijo: —¡No lo hagas! Solo a Dios debes adorar, pues yo también le sirvo, igual que tú y que todos tus hermanos, los que siguen dando testimonio de Jesús. Porque dar testimonio de Jesús es lo mismo que anunciar su mensaje.