Al anochecer, el dueño dijo al jefe de los trabajadores: «Llama a cada uno de los trabajadores y págales; comienza por los que han llegado los últimos y termina por los que vinieron primero».
Lucas 16:6 - Biblia Lenguaje Básico Aquel hombre contestó: «Le debo cien barriles de aceite de oliva». El administrador le dijo: «Aquí está tu recibo. Rápido, siéntate y, en lugar de cien barriles, anota cincuenta». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre contestó: “Le debo cien medidas de aceite de oliva”. Entonces el administrador le dijo: “Toma la factura y cámbiala a cincuenta medidas”. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Cuánto debes a mi patrón? Le contestó: 'Cien barriles de aceite. Le dijo el administrador: 'Toma tu recibo, siéntate y escribe en seguida cincuenta. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate° y escribe rápido cincuenta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste contestó: 'Cien medidas de aceite'. Entonces le dijo él: 'Pues toma tu recibo, siéntate ahí y escribe en seguida que son cincuenta.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, y siéntate pronto, y escribe cincuenta. |
Al anochecer, el dueño dijo al jefe de los trabajadores: «Llama a cada uno de los trabajadores y págales; comienza por los que han llegado los últimos y termina por los que vinieron primero».
Y si no se os puede confiar lo que pertenece a otro, ¿cómo confiaros lo que es vuestro?
El administrador llamó a cada uno de los que debían algo a su amo y preguntó al primero: «¿Cuánto le debes a mi amo?».
Luego preguntó al siguiente: «Y tú, ¿cuánto le debes a mi amo?». Él respondió: «Cien sacos de trigo». El administrador le dijo: «Toma tu recibo y anota ochenta».
Por eso, a vosotros, mis discípulos, os aconsejo que ganéis amigos utilizando las riquezas de este mundo. Así, cuando tengáis que dejar esas riquezas, habrá quien os reciba en el cielo.
Allí había seis tinajas grandes para agua, de las que usan los judíos en sus ceremonias religiosas. En cada tinaja cabían unos cien litros.
No deben robar, sino ser totalmente fieles, para que todos vean lo hermosa que es la enseñanza acerca de Dios nuestro Salvador.