Lucas 1:46 - Biblia Lenguaje Básico María respondió: —¡Le doy gracias a Dios con todo mi corazón, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Biblia Nueva Traducción Viviente María respondió: —Oh, cuánto alaba mi alma al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) María dijo entonces:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Miriam dijo:° Mi alma engrandece al Señor, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces María: 'Canta mi alma la grandeza del Señor, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor; |
¡Mi Dios me llena de alegría; su presencia me llena de gozo! Él me ha concedido la victoria y me ha vestido de fiesta, como novio en traje de gala o novia adornada con sus joyas.
Por lo tanto, como dice la Escritura, si alguien quiere sentirse orgulloso de algo, que se sienta orgulloso de Jesucristo, el Señor.
Doy gracias a Dios porque nos hace participar del triunfo de Cristo, y porque nos permite anunciar por todas partes su mensaje para que así todos lo reconozcan. Anunciar la buena noticia es como ir dejando por todas partes el suave aroma de un perfume. Y nosotros somos ese suave aroma que Cristo ofrece a Dios. Somos como un perfume que da vida a los que creen en Cristo. Por el contrario, para los que no creen somos como un olor mortal. ¿Quién será capaz de cumplir con la tarea que Dios nos ha dejado?
Los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que guiados por el Espíritu adoramos a Dios y estamos orgullosos de pertenecer a Jesucristo en lugar de confiar en nosotros mismos. Si la salvación dependiera de la circuncisión, yo podría sentirme más orgulloso que cualquiera,
¡Vivid con alegría vuestra vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivid siempre con alegría!
Que el Dios de la paz os mantenga completamente dedicados a su servicio. Que os conserve sin pecado hasta que vuelva nuestro Señor Jesucristo, para que ni vuestro espíritu, ni vuestra alma, ni vuestro cuerpo sean hallados culpables delante de Dios.
Vosotros, aunque nunca habéis visto a Jesucristo, lo amáis y creéis en él, y tenéis una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras,