Tan grande ha sido tu disgusto que tengo enfermo todo el cuerpo; tan grande ha sido mi pecado que no tengo sano un solo hueso.
Levítico 22:16 - Biblia Lenguaje Básico Quien lo haga así, cometerá un pecado que deberá ser reparado. Yo soy vuestro Dios, que he consagrado los sacerdotes a mi servicio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 pues les harían llevar la iniquidad del pecado, comiendo las cosas santas de ellos; porque yo Jehová soy el que los santifico. Biblia Nueva Traducción Viviente dejando que personas no autorizadas las coman. Eso los haría culpables y deberán pagar compensación. Yo soy el Señor quien los hace santos». Biblia Católica (Latinoamericana) porque al comerlas cargarían con un pecado: ¡Yo soy Yavé, que los santifica a ustedes!' La Biblia Textual 3a Edicion haciendo que ellos carguen con la culpabilidad cuando coman de sus cosas consagradas, porque Yo soy YHVH, el que los santifica. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues, en caso de comerlas, cargarían sobre ellos una culpa que exige reparación. Porque soy yo, Yahveh, el que santifica estas ofrendas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no les harán llevar la iniquidad del pecado, comiendo las cosas santas de ellos; porque yo Jehová soy el que los santifico. |
Tan grande ha sido tu disgusto que tengo enfermo todo el cuerpo; tan grande ha sido mi pecado que no tengo sano un solo hueso.
—¿Por qué no habéis comido el chivo en lugar sagrado? Sabéis de sobra que se trata de una ofrenda sagrada, una ofrenda para el perdón de pecados, tanto vuestros como del pueblo.
Por tanto, cumplid mis mandamientos poniéndolos en práctica, porque yo soy el Dios que os santifica.
De esta manera, sus descendientes podrán estar a mi servicio porque yo, su Dios, lo he consagrado a mi servicio.
pero no podrán entrar más allá de la cortina que separa el Lugar Santo del Lugar Santísimo; tampoco podrán acercarse a mi altar. Si lo hicieran con esos defectos, mi santuario quedaría contaminado. Yo, el Dios de Israel, los he consagrado a mi servicio.
Los sacerdotes deben ser considerados como algo santo, porque son ellos quienes presentan el pan dedicado en mi honor. Por tanto deben ser santos porque yo, que los he consagrado a mi servicio, soy un Dios santo.
Todos los sacerdotes deben cumplir estas normas. Si no las cumplen, morirán porque yo soy Dios y los he consagrado a mi servicio.
Si al tercer día alguien come de esa carne, esa persona cometerá pecado. Además, yo no aceptaré esa ofrenda, ni la tomaré en cuenta, pues la consideraré despreciable.
Dios dijo a Aarón: —Cuando los israelitas cometan algún pecado contra el santuario, tú y tus descendientes, y los demás descendientes de Leví, seréis los responsables de ello. Y seréis también los responsables de los pecados cometidos de vuestro servicio como sacerdotes.
¡No sabéis nada de nada! ¿No veis que el Templo es más importante que el oro, y que el Templo hace que el oro sea valioso ante Dios?
Cristo hizo suyos nuestros pecados y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de pecar y vivamos para hacer el bien. Cristo fue herido para que vosotros fuerais sanados.