Si por ganarse unas monedas están dispuestos a acusar a un amigo, ¡merecen ver morir a sus hijos!
Levítico 19:13 - Biblia Lenguaje Básico No maltratéis a vuestro prójimo, ni le quitéis lo que le pertenece. No dejaréis de pagar su jornal al trabajador al final de cada día. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana. Biblia Nueva Traducción Viviente »No defraudes ni le robes a tu prójimo. »No retengas hasta el día siguiente el salario de tus obreros contratados. Biblia Católica (Latinoamericana) No oprimirás ni despojarás a tu prójimo. No retendrás el salario del jornalero hasta el día siguiente. La Biblia Textual 3a Edicion No harás extorsión a tu prójimo ni lo expoliarás. El salario del jornalero no pernoctará en tu poder hasta la mañana siguiente.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás. No dormirá contigo, hasta la mañana siguiente, el salario de tu jornalero. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana. |
Si por ganarse unas monedas están dispuestos a acusar a un amigo, ¡merecen ver morir a sus hijos!
vive como un esclavo en espera del descanso, como un jornalero esperando el salario.
Si alguien pide prestado un animal, y el animal resulta lastimado o llega a morir, sin que el dueño esté presente, el que pidió prestado el animal deberá pagarlo.
Si un hombre engaña a una mujer soltera y sin compromiso, y tiene relaciones sexuales con ella, tendrá que casarse con ella y pagar a su familia la cantidad que la novia debería llevar consigo al casarse.
Si el ladrón huye, la persona que guardaba lo que fue robado, deberá presentarse ante Dios para declarar que no se ha quedado con nada que no fuera suyo.
No abuses del pobre solo porque es pobre, ni atropelles al humilde llevándolo ante el tribunal.
Dios continuó diciendo: —En cuanto al rey Joacín, tengo algo que decirle: ¡Qué mal te va a ir, Joacín! Edificas tu palacio con mucho lujo; piensas hacer en él salas espaciosas, construir amplios ventanales y recubrirlo todo con finas maderas. Pero maltratas a los trabajadores, y para colmo no les pagas.
Él os ordena que practiquéis la justicia, que protejáis a los que son maltratados, que no os aprovechéis de los extranjeros, de los huérfanos y las viudas, y que no ocasionéis la muerte de personas inocentes.
No es injusta con nadie, sino que devuelve a su deudor lo que recibió en garantía de pago. No le roba a nadie, sino que comparte su pan con el que tiene hambre, y su ropa con el que está desnudo.
Hay también quienes matan por dinero, quienes cobran intereses a los que les piden dinero prestado y quienes maltratan violentamente a su prójimo, olvidándose de mí. Esto es lo que yo, que soy vuestro Dios, os digo.
Las gentes del país practican la violencia; roban y asaltan a los pobres, maltratan a los necesitados y se aprovechan de los emigrantes no respetando sus derechos.
Esto es lo que dice el Dios todopoderoso: Voy a iniciar un juicio contra vosotros. Actuaré como testigo contra los que practican la brujería, contra los que son adúlteros, contra los que hacen juramentos falsos, contra los que explotan a sus trabajadores, contra los que abusan de las viudas y de los huérfanos, contra los que maltratan a los que no son israelitas y contra los que me faltan al respeto.
Al anochecer, el dueño dijo al jefe de los trabajadores: «Llama a cada uno de los trabajadores y págales; comienza por los que han llegado los últimos y termina por los que vinieron primero».
Conoces bien los mandamientos: No mates; no seas infiel en el matrimonio; no robes; no mientas haciendo daño a otra persona; no hagas trampas; honra a tu padre y a tu madre.
Juan les contestó: —No le cobréis a la gente más dinero del que debe pagar.
Y que nadie en este asunto se pase de la raya o se aproveche de su hermano. Ya os hemos advertido que el Señor castigará duramente a los que se comporten así.
Porque la Escritura dice: «No impidáis que el buey coma mientras está trillando el trigo», y también dice: «Quien trabaja, merece que se le pague».
No habéis pagado el sueldo a los trabajadores que segaron vuestros campos y el Señor todopoderoso ha oído sus protestas. Ese dinero que no habéis pagado también os acusará delante de Dios.