así que ella se rio y pensó: «Eso sería muy bonito, pero mi marido y yo somos demasiado viejos para tener un hijo».
Jueces 19:26 - Biblia Lenguaje Básico Estaba amaneciendo cuando la mujer volvió a la casa del anciano, donde estaba su marido; cayó de bruces delante de la puerta y así se quedó hasta que se hizo de día. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando ya amanecía, vino la mujer, y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fue de día. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando ya amanecía, la mujer regresó a la casa donde estaba hospedado su esposo y se desplomó en la puerta de la casa, y permaneció allí hasta que hubo luz. Biblia Católica (Latinoamericana) La mujer regresó al amanecer y se derrumbó delante de la puerta de la casa donde se alojaba su marido. Allí permaneció hasta que fue de día. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando amanecía, la mujer llegó y cayó en la puerta de la casa de aquel hombre donde estaba su señor, hasta que aclaró el día. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al amanecer, vino la mujer y cayó delante de la casa del hombre donde estaba su marido; allí estuvo hasta que fue de día. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando ya amanecía, vino la mujer y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que se hizo de día. |
así que ella se rio y pensó: «Eso sería muy bonito, pero mi marido y yo somos demasiado viejos para tener un hijo».
Así fue Sara, que obedecía a Abrahán y le llamaba «señor». Si hacéis el bien y no tenéis miedo de nada, seréis como ella.
Pero como aquellos hombres no quisieron escucharle, el viajero tomó a su mujer y la sacó a la calle. Entonces ellos la violaron y la maltratando durante toda la noche, hasta que amaneció.
Cuando su marido se levantó para continuar el viaje, al abrir la puerta encontró a su mujer tirada en el suelo y con las manos extendidas hacia la puerta.
hasta que llegó su marido para convencerla de que volviera con él. Lo acompañaba un sirviente, y llevaba dos burros. Ella lo hizo pasar a la casa y, cuando el padre vio a su yerno, lo recibió con alegría