¡Qué felices deben ser tus mujeres! ¡Y qué contentos deben estar todos tus servidores, pues siempre cuentan con tus sabios consejos!
Juan 1:38 - Biblia Lenguaje Básico Jesús se dio la vuelta, y al ver que lo seguían les preguntó qué querían. Ellos, a su vez, le contestaron: —Maestro ¿dónde vives? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían. —¿Qué quieren? —les preguntó. Ellos contestaron: —Rabí (que significa “Maestro”), ¿dónde te hospedas? Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: '¿Qué buscan?' Le contestaron: 'Rabbí (que significa Maestro), ¿dónde vives?' La Biblia Textual 3a Edicion Volviéndose entonces Jesús y viéndolos que lo seguían, les dice: ¿Qué buscáis? Ellos entonces le dijeron: Rabbí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús entonces se volvió y, al ver que le seguían, les pregunta: '¿Qué deseáis?'. Ellos le contestaron: ' Rabbí -que quiere decir 'Maestro'-, ¿dónde vives?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabí (que se dice, si lo interpretares; Maestro), ¿dónde moras? |
¡Qué felices deben ser tus mujeres! ¡Y qué contentos deben estar todos tus servidores, pues siempre cuentan con tus sabios consejos!
Solo una cosa te pido, Dios mío, solo una cosa deseo: que me dejes vivir en tu Templo todos los días de mi vida para contemplar tu hermosura cuidando de tu Templo.
Quien anda con sabios aprende a ser sabio; quien se junta con necios acabará en la ruina.
Es árbol que da la vida a quienes la consiguen; será feliz quien la mantenga.
Feliz quien escucha mis consejos y se mantiene vigilante a las puertas de mi casa.
En la casa también estaba María, que era hermana de Marta. María se sentó junto a Jesús y escuchaba atentamente lo que él decía.
Así que se puso en camino y regresó a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y corrió hacia él lleno de amor recibiéndolo con besos y abrazos.
Cuando Jesús pasó por allí, miró hacia arriba y le dijo: —Zaqueo, bájate ahora mismo, porque quiero hospedarme en tu casa.
En ese momento, Jesús se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Hoy, antes de que el gallo cante, vas a decir tres veces que no me conoces».
el hombre del que habían sido expulsados los demonios rogó a Jesús que le dejara ir con él. Pero Jesús le dijo:
—Seguidme y lo veréis —respondió Jesús. Ellos fueron, vieron dónde vivía Jesús, y pasaron con él todo aquel día. Eran alrededor de las cuatro de la tarde.
Entonces Natanael respondió: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!
Estos se acercaron a Felipe, uno de los discípulos de Jesús, que era natural de Betsaida en Galilea y le dijeron: —Señor, queremos ver a Jesús.
Jesús, que sabía todo lo que iba a sucederle, salió a su encuentro y les preguntó: —¿A quién buscáis?
Entonces, Jesús volvió a preguntarles: —¿A quién buscáis? —A Jesús de Nazaret —respondieron de nuevo.
Fueron a ver a Juan y le dijeron: —Maestro, ¿recuerdas a aquel de quien nos hablaste, el que estaba contigo al otro lado del río Jordán? Pues bien, ahora él está bautizando y todos lo siguen.
Mientras esto sucedía, los discípulos le rogaban a Jesús: —Maestro, por favor, come algo.
Cuando encontraron a Jesús al otro lado del lago, le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?
Entonces Pedro bajó al encuentro de aquellos hombres y les dijo: —Yo soy Pedro. ¿Para qué me buscáis?
Por eso he aceptado venir a esta casa, pero quiero que me digáis para qué me habéis hecho venir.
Pero Rut le contestó: —No me pidas que te deje, ni me ruegues que te abandone. Adonde tú vayas iré, y donde tú vivas viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.