Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Josué 24:16 - Biblia Lenguaje Básico

El pueblo respondió: —¡Nunca abandonaremos a nuestro Dios! ¡Jamás seguiremos a otros dioses!

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses;

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

El pueblo respondió: —Nosotros jamás abandonaríamos al Señor ni serviríamos a otros dioses.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

El pueblo respondió: 'Por ningún motivo abandonaremos a Yavé para servir a otros dioses,

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces respondió el pueblo, y dijo: ¡Lejos esté de nosotros abandonar a YHVH para servir a otros dioses!

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

El pueblo respondió: '¡Lejos de nosotros abandonar a Yahveh para dar culto a otros dioses!

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces el pueblo respondió, y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Josué 24:16
8 Referans Kwoze  

Cumpliré la promesa que te hice: obedeceré tus justos mandamientos.


¡De ninguna manera! Si Dios no fuera justo, ¿cómo podría decidir quiénes son malos y quiénes son buenos?


¡Por supuesto que no! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, así que ya no podemos seguir pecando.


Por tanto, al construir este altar, no hemos querido rebelarnos contra Dios o levantar otro altar distinto del que está en el santuario de nuestro Dios, para ofrecer en él sacrificios.


Pero si no queréis servirle, decidid hoy a quién queréis servir. Tendréis que elegir entre los dioses a quienes vuestros antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio vivís ahora. En cuanto a mi familia y a mí hemos decidido servir a nuestro Dios.


Fue nuestro Dios quien nos libró a nosotros y a nuestros antepasados de la esclavitud de Egipto. Fue él quien hizo grandes milagros ante nuestros propios ojos y quien nos protegió, durante el camino, de todas las naciones por las que hemos pasado.


En cuanto a mí, nunca dejaré de rogar a Dios por vosotros, pues dejar de hacerlo sería un pecado. Y os seguiré enseñando a portaros bien y a vivir como Dios quiere.