Pero volví a soñar, y en mi sueño vi también siete espigas verdes y llenas de trigo, que brotaban de un mismo tallo.
Génesis 41:23 - Biblia Lenguaje Básico Después de ellas brotaron otras siete espigas, sin trigo y marchitas, resecadas por el viento del desierto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas; Biblia Nueva Traducción Viviente Después aparecieron otras siete espigas de grano, pero estaban infestadas, resecas y marchitadas por el viento oriental. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero brotaron detrás de ellas siete espigas pequeñas, vacías y quemadas por el viento. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, he ahí, siete espigas marchitas, menudas y resecas por el viento oriental crecían después de ellas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 y que siete espigas vanas, delgadas y abrasadas por el viento del este brotaban tras de aquéllas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y que otras siete espigas delgadas, marchitas, abatidas del viento solano, subían después de ellas. |
Pero volví a soñar, y en mi sueño vi también siete espigas verdes y llenas de trigo, que brotaban de un mismo tallo.
Esas espigas sin trigo se comieron a las siete espigas llenas de trigo. Todo esto se lo he contado a los magos, pero ninguno ha podido explicármelo.
Tras ellas brotaron otras siete espigas, sin trigo y marchitadas por el viento del desierto.
Por eso dejas sin fuerza a sus habitantes; los confundes y los llenas de miedo. ¡Se han vuelto como la hierba del campo, como el pasto verde; como la hierba de los tejados que se seca antes de crecer!
Tal vez vuelvas a prosperar, pero yo te destruiré, Israel, como el viento del desierto que agota los manantiales y hace que se sequen las fuentes. Tus enemigos se adueñarán de todas tus riquezas y tesoros.
Si no me obedecéis, recibiréis vuestro castigo: vuestros campos no darán frutos y si llegaran a darlos, servirán de alimento a extranjeros.
Israel está herido de muerte; es como un árbol con raíces secas, que ya no volverá a dar fruto. Aunque lleguen a tener hijos, yo haré que perezca ese fruto tan querido para ellos.