Con tus descendientes formaré una gran nación. Voy a bendecirte y hacerte famoso, y servirás de bendición para otros.
Génesis 22:16 - Biblia Lenguaje Básico y le dijo: —Por no haberme negado a tu único hijo, yo prometo bendecirte. Haré que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena del mar, que no se puede contar. Tus descendientes atacarán las ciudades de sus enemigos y las conquistarán. Te juro por mí mismo que todos los pueblos de la tierra recibirán mis bendiciones por medio de tu descendencia, porque tú me obedeciste. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; Biblia Nueva Traducción Viviente —El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que Biblia Católica (Latinoamericana) y le dijo: 'Juro por mí mismo -palabra de Yavé- que, ya que has hecho esto y no me has negado a tu hijo, el único que tienes, La Biblia Textual 3a Edicion y dijo: Por mí mismo he jurado, oráculo° de YHVH: Por cuanto has hecho esto, y no has rehusado a tu hijo, tu único, Biblia Serafín de Ausejo 1975 y le dijo: 'Juro por mí mismo -oráculo de Yahveh- que por haber hecho tú esto, por no haberme negado tu hijo, tu único hijo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado a tu hijo, tu único; |
Con tus descendientes formaré una gran nación. Voy a bendecirte y hacerte famoso, y servirás de bendición para otros.
Y Dios le dijo: —No hagas ningún daño al niño. Estoy convencido de que me obedeces, pues no te has negado a ofrecerme en sacrificio a tu único hijo.
pues dijo: «Los amalecitas se han levantado contra la bandera de nuestro Dios. Pues bien, también Dios les ha declarado la guerra a ellos y a todos sus descendientes».
Pero Dios vio sus sufrimientos, escuchó sus gritos de dolor y se acordó del pacto que había hecho con los antepasados de los israelitas, es decir, con Abrahán, Isaac y Jacob.
Recuerda el juramento que hiciste a Abrahán, Isaac y Jacob. Tú les juraste que con sus descendientes formarías un pueblo tan numeroso como las estrellas del cielo, y que les darías para siempre el país de Canaán.
Juro que lo que digo es verdad y que mi palabra no dejará de cumplirse. Ante mí, todos doblarán la rodilla y me reconocerán como Dios».
pero escuchad bien esta palabra de Dios los que sois de Judá y ahora vivís en Egipto: Porque Dios dice: Os aseguro solemnemente que ninguno de vosotros volverá a jurar aquí usando mi nombre. Nadie volverá a decir: «¡Lo juro por el Dios de Israel!».
Voy a enviaros muchos enemigos que cantarán victoria sobre vosotros. Yo soy el Dios todopoderoso y os aseguro que así lo haré.
Tiempo después volví a pasar y vi que la ciudad ya había crecido bastante. Era como una jovencita convertida en mujer lista para casarse. La puse entonces bajo mi cuidado y me comprometí a amarla para siempre, como si ella fuera mi mujer y yo su marido. La bañé, la limpié y la perfumé. Os aseguro que así fue.
Esto es lo que Dios todopoderoso jura por sí mismo: Los israelitas se sienten orgullosos de sus hermosos palacios, pero yo los aborrezco y los voy a entregar, a ellos y a su ciudad, en manos de sus enemigos.
Déjanos disfrutar de tu amor y fidelidad, porque así lo prometiste en tiempos pasados a Abrahán, a Jacob, y a todos nuestros antepasados.