Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Gálatas 4:8 - Biblia Lenguaje Básico

Antes, cuando todavía no conocíais a Dios, vivíais como esclavos de los dioses falsos.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses;

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Antes de conocer a Dios, ustedes, los gentiles, eran esclavos de los llamados dioses, que ni siquiera existen.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

En otros tiempos no conocían a Dios y sirvieron a los que no son dioses;'

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Sin embargo, en otro tiempo, no conociendo° a Dios, servíais como esclavos a dioses que por naturaleza no lo son.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Es verdad que en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, estabais esclavizados a dioses que no lo son en realidad;

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas entonces, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Gálatas 4:8
31 Referans Kwoze  

Además, habéis expulsado a los sacerdotes descendientes de Aarón y a los levitas, y habéis elegido a vuestros propios sacerdotes. Así os estáis comportando como las gentes de otros pueblos que nombran como sacerdote de sus dioses falsos a cualquiera que traiga como ofrenda un ternero y siete carneros.


Pero el faraón contestó: —¿Y quién es ese Dios? ¿Por qué tendría yo que obedecerlo? ¡No conozco a ningún Dios de los israelitas, ni tampoco voy a dejar que os vayáis!


Es verdad que han arrojado sus dioses al fuego; pero en realidad esos no eran dioses, sino imágenes de madera y de piedra hechas por manos humanas, y por eso fueron destruidas.


Si tienes que castigar, hazlo con las naciones que no te reconocen como Dios, ni rinden culto a tu nombre. Porque ellas han destruido a Israel y nos han arruinado por completo.


Jamás ha existido una nación que haya abandonado a sus dioses, aun cuando sus dioses sean falsos. Pues vosotros, que sois mi pueblo, me habéis cambiado a mí, que soy el Dios verdadero y glorioso, por dioses que no sirven para nada.


¿Qué te hace pensar, Jerusalén, que voy a perdonarte? ¡Tus hijos me han abandonado y han jurado por dioses falsos! Yo les di todo lo que necesitaban, pero ellos me fueron infieles; ¡no hubo uno solo de ellos que no corriera tras dioses falsos!


Aquel que es la Palabra estaba en el mundo. Dios creó el mundo por medio de él, pero la gente no lo reconoció.


Y el sacerdote del dios Zeus y la gente de la ciudad querían ofrecer sacrificios en honor de Bernabé y de Pablo. Pensaban que Bernabé era el dios Zeus, y que Pablo era el dios Hermes, porque él era el encargado de hablar. El templo de Zeus estaba situado a la entrada de la ciudad y el sacerdote hizo llevar ante sus puertas toros adornados con flores para el sacrificio.


Mientras caminaba por la ciudad, he visto que adoráis a muchos dioses, y hasta he encontrado un altar dedicado «al dios desconocido». Pues ese dios, al que vosotros honráis sin conocerlo, es el Dios al que yo vengo a anunciaros.


En lugar de adorar al único y poderoso Dios, que vive para siempre, adora a ídolos que ellos mismos se han hecho: ídolos con forma de seres humanos, mortales al fin y al cabo, o con forma de pájaros, de animales de cuatro patas y de serpientes.


Como no han querido tener en cuenta a Dios, Dios los ha dejado hacer todo lo malo que su mente pervertida los lleva a hacer.


Dios es tan sabio que no ha querido que la gente de este mundo lo conociera mediante el conocimiento humano. En lugar de eso, decidió salvar a los que creyeran en el mensaje que anunciamos, aun cuando este mensaje parezca algo absurdo.


Cuando aún no habíais creído en Cristo, cometíais el error de adorar ídolos que ni siquiera pueden hablar.


En cuanto a esto de comer alimentos ofrecidos a los ídolos, bien sabemos que los ídolos no tienen vida, y que solamente hay un Dios.


Algo así pasaba con nosotros cuando todavía no conocíamos a Cristo: los poderes que dominan este mundo nos trataban como si fuéramos sus esclavos.


Son gente ignorante y terca, que no entiende nada, y por eso viven alejados de Dios.


Porque todos hablan de lo bien que nos recibisteis, y cuentan cómo dejasteis de adorar ídolos para adorar y servir al Dios vivo y verdadero.


que no os dejéis dominar por la pasión, como hacen los paganos que no conocen a Dios.


Pero si no queréis servirle, decidid hoy a quién queréis servir. Tendréis que elegir entre los dioses a quienes vuestros antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio vivís ahora. En cuanto a mi familia y a mí hemos decidido servir a nuestro Dios.


Allí dijo a todo el pueblo: —Esto es lo que el Dios de Israel os dice: Hace mucho tiempo vuestros antepasados vivían en Mesopotamia y adoraban a otros dioses. Uno de vuestros antepasados fue Téraj, el padre de Abrahán y de Najor.


Por mucho tiempo habéis vivido haciendo lo mismo que hacen los que no creen en Dios. Teníais vicios y malos deseos, os emborrachabais, participabais en fiestas escandalosas y adorabais ídolos odiosos.


Mirad que amor tan grande nos tiene el Padre, hasta el punto de poder ser llamados hijos de Dios, y la verdad es que lo somos. Por eso los que pertenecen a este mundo pecador no nos conocen, porque tampoco han conocido a Dios.