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Gálatas 4:13 - Biblia Lenguaje Básico

Pues como sin duda recordáis, la primera vez que os anuncié la buena noticia fue con ocasión de una enfermedad que me retuvo entre vosotros.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin duda, recordarán que yo estaba enfermo la primera vez que les llevé la Buena Noticia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Recuerden que en los comienzos, cuando les anuncié el Evangelio, yo estaba enfermo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y sabéis que por una debilidad de la carne os proclamé las buenas nuevas la primera vez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sabéis que la primera vez que os anuncié el Evangelio fue a consecuencia de una debilidad corporal

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Vosotros sabéis que en flaqueza de la carne os prediqué el evangelio al principio,

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Lòt tradiksyon



Gálatas 4:13
13 Referans Kwoze  

Si a una persona se le cae el pelo y se queda calva, o si simplemente se le crean entradas en la frente, no se le declarará impuro.


Jesús recorría toda la región de Galilea. Enseñaba en las sinagogas, anunciaba la buena noticia del Reino y sanaba a todos los que estaban enfermos.


Pablo y sus compañeros querían anunciar el mensaje de Dios en la provincia romana de Asia, pero el Espíritu Santo no se lo permitió. Entonces atravesaron las regiones de Frigia y Galacia,


Cuando me acerqué para enseñaros y anunciaros el mensaje, me sentía poco importante y temblaba de miedo.


Algunos dicen que mis cartas son duras y fuertes, pero que cuando hablo en persona soy débil y que no sé hablar bien ni impresiono a nadie.


Si de algo puedo estar orgulloso, es de lo débil que soy.


Aunque no hablo tan bien como ellos, sé tanto o más que ellos, y lo he demostrado una y otra vez.


Cuando fue crucificado era débil, pero ahora vive por el poder de Dios. Y nosotros, que compartimos con Cristo esa debilidad, gracias al poder de Dios también compartimos con él la vida. Si es necesario, cuando vayamos a veros, os daremos pruebas de ese poder.


Dios os llamó y, por medio de Cristo, os mostró su gracia. Por eso, casi no puedo creer que, en tan poco tiempo, hayáis dejado de obedecer a Dios y que hayáis aceptado un mensaje diferente de esta buena noticia.


Hermanos míos, yo os ruego que os amoldéis a mí, como yo me he amoldado a vosotros. Vosotros no me causasteis ningún daño.


Aunque mi enfermedad os causó muchos problemas, no me despreciasteis ni me rechazasteis. Al contrario, me recibisteis en vuestras casas como si yo fuera un ángel de Dios, o incluso el mismo Jesucristo.


Deberíais interesaros por hacer el bien siempre y no solo cuando estoy con vosotros.